temeroso como las manos de un santo
como una familia de botes en el ártico
como el poema que se escribe solo y no sabe de si más que un sonido
temeroso como el engaño que triunfó
como el lento adiós de los amantes
y la avaricia
temeroso llegué al tesoro
y lo perdí en el trato con los hombres
temeroso me hundí en tus ojos
para ver de aquello, lo posible
temeroso de principio a fin
abrí esa puerta y cuando te marchaste
regresabas
tu coraje
me exigía
y fue mi rincón
las armas
ese reino.
"temeroso llegué al tesoro
ResponderEliminary lo perdí en el trato con los hombres" me gustó mucho, en especial estos versos. La búsqueda de Dios no suele ser un trayecto liso y continuo. Saludos!
Perder es cuestión bien del ser humano, lo bello es reconocer que esa huella es la autentica verdad.
ResponderEliminarSaludos