serie americana entre la libertad y la nada
viví en cba entre el 85 y el 87,haciendo y vendiendo sándwiches de miga en los quioscos nueva córdoba y trabajando en la distribuidora de repuestos de electricidad automotor del cacho moro, ya estaba en su agonía la ilusión alfonsinista, los sueños de justicia, las etcéteras de la impertérrita ilusión argentina, un día llega víctor redondo y compartimos una semana en un depto prestado por la poeta tessie ricci (muerta de un tumor cerebral a los 28 años)cerca de los tribunales, la lectura de ray wallace, su entusiasmo por el texto desató la idea de continuarlo en otro registro, de hacer un libro a propósito el tema, lo nueve poemas restantes se escribieron en los tres meses siguientes y se publicaron prácticamente sin correcciones.
un par de textos los escribí en la oficina- depósito de cacho cerca del neuro en barrio general paz y el resto en la plaza colón por donde derivaba en esa época, sabía ir a un bar con billares que había cerca a mirar tele, a tomar café. Durante ese año y medio me mudé media docena de veces en cba, siempre en casa de amigos o a través de precarios alquileres, leí y releí incesantemente la antología de poesía argentina de raúl gustavo aguirre, a wallace stevens, pound, bayley, la Biblia y poco más y poco más. Durante unos meses que paré en barrio iponá iba a la universidad, a la noche, a cursar epistemología, me quedaba a pocas cuadras, me distraía…estuve en el grupo que fundó y editó la docena de números de la revista de ciencia ficción y literatura, el plumín infrarrojo, me veía seguido con adán vicente limia (que fue viceintendente de kammerath y se murió de un infarto en el senado, trabajamos de mozos en los corsos de san vicente, comíamos dos panchos y un vaso de coca por tres pesos…me iba a tomar la sopa al mercado norte, a cenar con crist, a pasar un par de días a carlos paz con parferniuk(el rusito se iba a laburar y me dejaba 5 pesos en la mesa de luz para que desayunara… andares, las calles esas, las miserias esas que subían a un cielo hoy todavía íntimo, real.
Porsche me ocurrió viajando en colectivo a lo de una novia en el barrio crisol, mucho calor y mucha gente en el bondi y veo pasar a un tipo en un coche muy lindo, muy cómodo, muy fresco, al llegar escribí porsche de un tirón en la cocina, ese poema fue el que más se reeditó y citó o el que permaneció, de a ratos ,en esa especie de memoria que llevan los poemas (alguna idea, un tono, un par de versos…) se reprodujo en la danza del ratón ( bs. as) y en la revista de arte y literatura lápiz japonés ( bs. as…que fundó, y dirigió sergio langer) en otro lados que no recuerdo ahora…el resto de los poemas más bien quedaron en el libro y punto.
Cuando mandé serie americana a algunos amigos en córdoba me dijeron que era anti-poesía, que estaba mal escrito, que por qué no le había puesto serie norteamericana por ejemplo, en fin banalidades, apreciaciones que no quitaron ni otorgaron nada, fue un edición de autor de quinientos ejemplares que sobre todo anduvo por mi pueblo y los amigos de entonces, le gustó a giannuzzi, a lamborghini, a pocos, poquísimos más…con el paso del tiempo para mi estupor las –digamos- dos siguientes generaciones de poetas cordobeses encontraron allí, no sé, algo que le hablaba o que acaso anticipaba otras búsquedas, otros temas.
No fue un propósito, una profecía, ni nada por el estilo, escribí la serie americana con un sentimiento y un impulso –que sólo volví a lograr en el patronato-de absoluta libertad de, no importa, ya está, me di el gusto…ahora, 20 años después tal vez pueda encontrar, argumentar, justificar, pero hoy, al menos a mí, no me importa sentir más que de la fidelidad a esos años perdidos, a lo que me habitó tan provisoriamente como todo…hace 40 años que escribo poesía, escribí bastante, leí bastante, eso fue todo, no me interesó, ni me interesan ahora las reflexiones, la retórica, sino más bien saber que ánimo hubo, que viento pasó por esa vida, por esta. (fue una tarea melancólica tipear todo el libro, evocar pasajes de angustia, de exaltación y hasta esa cosa rara la esperanza, allá en esos años…)
la gratuidad
no se
recuerdo esos versos tan hermosos de juan larrea en de una vez para siempre
elige tu más hermosa claridad y tu corazón preferido
es hora de sentarse en medio de la vida//
tus cabellos son tan débiles que tu cabeza puede apenas sostener la noche
eso, carlos que ha sido una y otra vez la poesía para mi y para muchos de nosotros
tan inexplicable y cierta
tan inútil y necesaria
tan feroz y mansa (como la eternidad, el viento y el río de mi pueblo
por qué iban a importarme otras cosas, por qué, por qué…)
eso
lo autobiográfico, el oscuro dios, el paisaje urbano provinciano, algún ritmo, unas pocas palabras, la caladura del corazón…
quizá esa negligencia para con los aspectos formales o la hermenéutica de mi escritura le hayan otorgado, en algunos momentos, cierta frescura, cierta independencia, un rasgo genuino…no lo sé y ¿cómo saberlo?
a la hora de citar nombres, referencias, a la hora de aludir o elidir, escribí sencillamente lo que se me cruzó por la cabeza, en la conciencia de que serían–en el último de los casos-notas al pie de la cultura popular norteamericana desde la década del '50 hasta ese momento, en la corrección puse algo más contemporáneo como james ellroy o starbucks o el submarino nuclear, pero muy poco más…
fueron poemas escritos en voz alta, me interesó el ritmo, el sonido del fluir de conciencia, del salto al piletón. Eso. Más oscuramente el homenaje a los desechos de la cultura de masas, a los billones de horas de televisión y cine de pueblo…
Entre la libertad de escribir lo que se me cante (lo que se me cantó vaya a saber de adónde adentro/fuera)y la nada por horizonte en estos mundos o en esta civilización que ya hace mucho dejó de ser una cultura.
Bueno querido carlos, esto nomás, advertí media docena de erratas en el texto que te mandé (ya las he corregido, errores de tipeo, alguna cosita ortográfica y un par de cambios menores)verás que retiré las dedicatorias porque la gente que apareció en serie americana hace mucho que no lo hace en mi vida…y…en fin.
Esta esquela se me hizo necesaria, acaso no lo sea para vos.
Va un fuerte abrazo, mi gratitud
villa maría, cba,15 de febrero de 2008
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