miércoles, 17 de junio de 2009

STANISLAW JERZY LEC (1909-1966)



Muchos de los que se adelantaron a su tiempo, debieron esperarlo en albergues muy incómodos.


Hasta su silencio tenía errores de lenguaje.

El que está sentado en la cumbre tiene una disculpa : no se puede ir más allá.

De la mayoría de las obras sobreviven únicamente algunas citas.¿No sería mejor escribir desde el comienzo sólo esas citas?

Mucho de mis amigos se han convertido en mis enemigos.Muchos de mis enemigos se han convertido en mis amigos.Sólo los indiferentes me han sido fieles.

Nuestra ignorancia conquista territorios cada vez más vastos.

El trato con los enanos encorva la espina dorsal.

Todo ha sido ya descubierto:sólo en el reino de la trivialidad existen tierras vírgenes.

El que muere de entusiasmo,que se cuide al resucitar.

Cuídate de tener la mala suerte de caer bajo la rueda de la fortuna de otro.

Quien llevó galones en el infierno,también llevará charreteras en el cielo.

Cuando los rumores envejecen,se convierten en mito.

Se vendió a ambas partes.Por respeto al equilibrio.

El lugar de la cumbre está en el abismo.

El mundo jamás perdona a quien no es culpable de nada.

Muchos que quisieron traer luz,fueron colgados de un farol.


de, Pensamientos Descabellados, Ediciones Carlos Lohlé,Bs.As,1977.Versión de Ramón Alcalde,A.K de Colángelo y Roberto Juarroz.

jueves, 11 de junio de 2009

CAYETANO GUZMÁN



XXIII fragmentos




I

espacios que dejan los recuerdos
entre la lluvia que cae
y un viernes
con la noticia del hombre de negro y sombrero
en el campo santo:
casi el fin de toda la niñez;
despertar a la ruidosa calle diez
y a los objetos que se van por las noches
y al calor que sofoca la cama y el sueño

IV
Ocultos los temores de la noche
en el caluroso ensueño del silencio de la tarde:
(letanía desolación)
todo el recuerdo de largas tardes mirando el horizonte

no el descuido de la piedra en el camino
ni el olor a frutas vencidas por el calor

II
bendice el olor de la fruta
bendice la lejanía imponente de la cordillera
bendice la lluvia que cae lenta
sobre todas las cosas de la tierra
bendice la amistad que siento por mi amigo Alvaro Félix Bolaños fallecido
bendice la amistad por todos aquellos que nunca volveré a ver y de aquellos que el tiempo ha borrado de mis recuerdos
bendice el agua del río que tantas veces bañó mi cuerpo
y se llevó tantas cosas en sus remolinos y atajitos de agua dulce

III
volver sobre lo escrito en la memoria
de héroes que riñen y se matan
por una patria desteñida
en colores de la muerte por todos

V
El ruido de las gotas de la lluvia
y los recuerdos de la noche
larga, triste y desolada
(bolero malo)
y el crimen propio que empieza su ronda
por el amor que lo enfrenta

VI
las preguntas rondan la ausencia de las cosas cotidianas
el reloj no ha podido avanzar
es la vida recorrida de plano

VII
Mi amigo y las cartas que escasean de mi mente
escritura del silencio sobre los recuerdos
y el lenguaje que no se aviene a mi llamado
como una yegua desbocada por el camino
(bolero malo nuevamente)

VIII
los héroes ya no son lo glorioso
es tan triste esta patria tan violenta
azur, rojo, rozo, roto
amarillo del rostro de los muertos
y que tendal de víctimas
victimarios vitrosos
y el recuerdo de esta tarde
no me trae mas que el olor nauseabundo
de lo perenne

IX
y la soga que no llega a su lugar
pero no todos se han permitido la muerte

X
En el fondo todo ha quedado como antes
el sol extendido sobre los tejados
y abajo cada uno en triste fila

XI
Es inocente el sonido del viento
golpeando la ventana en el interior de la casa
la oscuridad se toma los cuartos
como un largo día de invierno
XII
Algo cambia en el camino contrario a la mirada del horizonte
la línea que se quiebra en fondo, hondo, profundo, hundo, herrumbro
Y los héroes ya no están para salvar
Son sólo héroes perdidos en la sangre
de todos

XIII
La tarde declina y el hombre de negro con su sombrero
sobresale en el horizonte

Era tanta la felicidad
verlo venir!

Y la mentira al final del camino
lo desfiguró!

(letanía de bolero)

lo fue borrando con el tiempo
El fastidio de la verdad se apoderó de su sueño

XIV
la tarde ha estado demasiado en mi mente
no pude dormir despierto
el pasillo fue demasiado largo y la luz cegó
la mirada sobre los cuartos

XV
Allí estaba y era la sombra del hombre de negro con sombrero
al acechar los ruidos
...
La espina sabotea el corazón por varios lados
inocultable el dolor de las tardes vacías de recuerdos

esta patria vacía
de lejos

y los vivos que pesan más que los muertos

XVI
El olor del naranjo me trae a la memoria la tarde;
aquellas tardes en las que el hombre de negro con sombrero
venía y su figura me cubría

Todo
era él

La figura desfigurándose en el horizonte
a través de la vaporosa tarde

XVII
El recuerdo de los juegos
el calor y las noches
temblando de terror

Eran juegos o era terror. Todo
confundía
Constatar el terror de los juegos en las palabras de mamá
y las noches que llegaban y se sucedían

XVIII
Insoportable recuerdo.
Ah! Concierne a la memoria ser borrada; borrarse
recuerdos. Ingredientes desagradables

XIX
Y la calle diez. Ese ruido y ese olor
El orín se confundía con el olor a cerveza
las negras todos
vociferaban

El hombre de negro y sombrero sonreía

Siempre tendría su lugar de privilegio

XX
Y mi flacura sometida
Y todos los hombres vociferan

El culebrero sus productos
jarabes y culebras
hebras, finas, filas, herbaje, herbajero, herbar
y el niño que lo escucha embelesado
ido y la muchedumbre que lo rodea

Es todo el mundo
El mercado de la calle diez

XXI
Mi amigo estaba en el primer piso
En la calle diez y no lo distraían los olores
No lo distraían ni las putas ni los ruidos de músicas tristes y viejas

Vuelvo. No vuelvo
pero no me he ido

XXII
Qué se puede hacer en dos lugares al mismo tiempo?
Escribo mi ausencia. Y eso me entristece

Al lado corre una sombra que no es la mía
Es una sombra que no se define en nada
y el paso que doy al costado hace que la sombra
salte sobre mi cuerpo y me consuma

XXIII
La revuelta del agua no dejó olas en mis ojos
difícil verse pensando hacia atrás
sin tener sostén en el piso de las olas

Caía la tarde y yo estaba allí mirándola caer.


Cayetano Guzmán nació en Buga - Valle de Cauca - Colombia, en 1957 - Reside en Argentina desde 1979.


martes, 9 de junio de 2009

LA POESÍA ES UN ARMA CARGADA DE FUTURO

Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmado,
como un pulso que golpea las tinieblas,

cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.

Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.

Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.

Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.

Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.

Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.

Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.

Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.

Tal es mi poesía: poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.

No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.

Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.

Gabriel Celaya




sábado, 6 de junio de 2009

COMO UNA PALABRA QUE PUDISTE DECIR


COLMILLOS



leyendo a Nabokov
descubrí que
como los adolescentes,
aún leo para saber vivir
el párrafo me halló desprevenido
allí dice que los jovencitos
indagan en los libros
mensajes o razones,el vaporoso plan
del mundo
pero
Nabokov
nació en la aristocracia
y supo tanto,tanto,desde siempre
lenguas ciudades,entomología
y Cornell,su atril
y el Neocriticismo
¡ay!
que vergüenza me dio
oír el timbre
en la escuela secundaria
donde busco mi pan
qué pudor
qué rabia contra todo
pero en otro artículo
Literatura y sentido común
dice que
para subir a una torre de marfil
hay que matar primero
algunos elefantes.



ESE PERRO QUE CORRE EN LA TERRAZA


ese perro que corre en la terraza
es
la belleza

los vecinos se quejan
ladra,ladra mucho dicen

al dueño no le importa
no tengo hijos,piensa
no tengo nada en la vida

muchas veces se olvida de dejarle agua
el perro
estira su cabeza entre las rejas
va lamiendo
la luz de los faros

no hay estrellas
ni amantes por primera vez
en esa esquina
cerca del campo electromagnético
el perro
está desnudo

espera
gruñe a todo lo que interrumpa
su miserable concentración de orejas

nunca tuve un premio
se repite
su amo
subiendo la escalera

mosaicos ajedrezados
una lata vacía de dulce de batata

y la belleza
que tiembla

tiene sed.

del libro COMO UNA PALABRA QUE PUDISTE DECIR,ediciones radamanto,villa maría,1998

EN UN PUÑO OSCURO



Propósitos


la luna estaba allá
sincera y lejos
como un plato ofrecido
al pico de la tarde

jugabamos en el agua
y
de pronto
hijo
descubriste
la luna
la luna

pelota
o piedra abierta

para tu dicha

contra la lona anaranjada
golpeaba el agua
y tu propósito

mojar la luna

pareció posible

quizá fue así
cuando enero secaba el cielo
y salimos a un aire
benévolo
en su apremiante brisa.

Por la noche
bajo la quieta conversación
la luna brilló constante
y ya dormido
fuiste otra vez
la criatura del verano.



Chico


al chico que ponen en un rincón
pasa el padre y le pega
pasa la madre
los hermanos
le pegan
lo sacan a la calle
atado
a la escuela
a la hamaca
atado
le dan juguetes
de cartón
camperas
zapatillas
de cartón

le riegan la joroba
raspan sus ojos
le escriben puto-gorreado
en el corazón
el chico que hizo puentes
caminos
torres
y
apretó los dientes
se levantó
pudo o no pudo
pero
que hierro
que tiniebla
se mordió

el chico que abrazo
cada noche

mi chico
mi chico

yo.

Del libro EN UN PUÑO OSCURO,ediciones radamanto,villa maría,1998