domingo, 21 de junio de 2015

en algún lugar donde la noche es cierta







cómo puedo hablar en vos?

crecen manchas en el portal plateado



lenguaje ,excusa de un dios

que no pensó



hondas zanjas del no decir



en silencio deviene aflicción lo eterno



tememos acuñar el corazón



viste morir?

matar?

corrían lobos grises en el inframundo?



o recuperaste lo perdido

como un soplo

allende la verdad?



a medias creí

como se cree en la muerte

la simple bienvenida del amor



en algún lugar donde la noche es cierta

habremos de encontrarnos

piel de inadvertidas lágrimas



lejos

cierra el alba

lo humano de la voz.










lunes, 8 de junio de 2015

OMAR CASTILLO (MEDELLÍN.COLOMBIA,1958)

 

En el principio

a Valeria Danielle


He tardado para aprehender de la existencia;
No creo necesario saber de las personas
Con las que tengo amores u otros tratos;
Mi curiosidad no se funda en los interrogatorios,
Sé, debo estar atento para lo que cada quien me permite,
Lo demás sería desatenta intromisión;
De cada ser disfruto el espectáculo
Que me propicia la realidad de su existencia,
La luz o la penumbra donde funda su estar;
El pretender conocer, la curiosidad, la familiaridad
Casi siempre son formas de sujeción,
Trampas para obstaculizar la existencia;
Poco sabemos ser higiénicos,
Si amamos terminamos en odio,
Consumimos la existencia entre estos términos;
La obediencia, la domesticidad
Es cuanto entendemos por civilidad,
Entonces toda idea o credo que alimente estos términos
La convertimos en dogma sin importar
Cuantos cráneos o realidades revienten a su paso;
Hemos hecho del pasado hitos de civilización
Para justificar nuestro presente,
Del porvenir hitos para justificar la actual indignidad,
Lo cierto es lo depredador de nuestra condición;
He tardado para aprehender de la existencia,
Empero el mundo parece cada vez una semilla,
Un día podré dedicarme al olvido.




de Huella estampida, obra poética 2012-1980. Ambrosía Editores, Medellín, 2012.


domingo, 7 de junio de 2015

masticación del rencor nacer dispuesto






“Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.  Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. ¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?”.Romanos 7 18-20


y si
tras el anhelo
los rugidos de la mortificación
levantáramos una piedra y halláramos días felices arracimados en el encanto que
miraran
por fin
un sol unas palabras
entonces
el orangután que vive dentro de mí
esos pájaros a través a través
sabrían en qué lado
salta el ángel
y en cual
la turbia multa
de existir.