domingo, 30 de mayo de 2010

COMO UNA PALABRA QUE PUDISTE DECIR





El poeta es una silla




el poeta es una silla

todos lo aplastan con su culo
lo corren
lo suben a la mesa
para limpiar,limpiarse

sólo lo acompañan otras sillas

el mosaico
un cielo quieto

a veces lo roza un mantel rojo
los largos cabellos del olvido.




Ese perro que corre en la terraza



ese perro que corre en la terraza
es
la belleza

los vecinos se quejan
ladra,ladra mucho dicen

al dueño no le importa
no tengo hijos,piensa
no tengo nada en la vida

muchas veces se olvida de dejarle agua
el perro
estira su cabeza entre las rejas
va lamiendo
la luz de los faros

no hay estrellas
ni amante por primera vez
en esa esquina

cerca del campo electromagnético
el perro está desnudo

espera
gruñe a todo lo que interrumpa
su miserable concentración de orejas

nunca tuve un premio
se repite
su amo
subiendo la escalera

mosaicos ajedrezados
una lata vacía de dulce de batata

y la belleza
que tiembla
tiene sed.


de Como una palabra que pudiste decir ,ediciones radamanto,villa maría,1998.


jueves, 27 de mayo de 2010

TRACY RUMSFELD (CANADÁ, 1950 - 1968 )



Manejando el chevy



Manejando el chevy matamos un gato
atrás del chevy estabas vos
como un acertijo
en el acertijo del camino

el chevy era de todos

una vez manejando el chevy
me llenaste la cara de helado

el auto en las fotos
su perfume
de la familia
en aquellos
años

después
no manejamos nada

por eso recuerdo el chevy
y tus palabras

que iban adelante
adelante

mientras todo quedaba atrás.



Inédito en libro,versionado del francés por Carlitos Wiss (Argentina,1971 - 2006 )

martes, 25 de mayo de 2010

DEL ARCANO DE LOS POETAS



Sólo el plagiario,espejo en el espejo,ama la letra hasta la consumación,la llena de un yo.

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Los problemas del poeta no son los del lenguaje o la justicia;ni la solución.

lunes, 24 de mayo de 2010

Delivery Bicentenario

Pizzería Bicentenario, zapatillas Bicentenario, preservativos Bicentenario, problemas y soluciones Bicentenarias…todo esto me hace acordar al 2000 ¿se acuerdan del 2000?
Treinta millones de pesos de festejos porteños bicentenarios, hambre bicentenario, engañifas bicentenarias y …Me llegó un mail de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en donde una unidad ejecutora del Bicentenario mostraba sus programas bicentenarios (lo de, unidad ejecutora, me impresionó verdaderamente y más al ser una expresión acuñada por y para artistas…bicentenarios).Preferiría, no sé, que desenterráramos los restos de los hombres de Mayo y los expusiéramos a esta luz, a esta oscuridad argentina y escucháramos luego, como sopla el viento allí, en la decepción de lo sueños, la prevaricación de todo lo que una y otra vez se llamó país, estado, justicia y cosas por el estilo.
Tinelli bicentenario, Mirtha bicentenaria, groseros bicentenarios, bicicletas Bicentenario, empanadas Bicentenario.
Traigamos los araucanos, los mapuches, los comechigones.
¿Qué significa todo esto? ¿A quién le importa? A dónde está el huesito de esa larga pena…nuestra patria?
Y habrá algunos emocionados con el equívoco o las nostalgias del futuro y otros corriendo hacia el pasado… y todas las banderas manchadas por el fuego y toda la luz llenándose de gritos.
Prepotencias bicentenarias, advenedizos, arrogancia bicentenaria y crímenes espirituales y perros de lucha y jarrones y damas.
Acaso quisiera festejar, por una vez, una sola, las alzada llanura del olvido, la eternidad, el gran horno donde nos abrazamos todos, por una vez (una sola no vayan a creer que pido mucho) mirar lo que no fuimos y enterrar las manos en nuestro extravío, en la topografía de lo destrozado.
Y vendrán muchos con sus discursos, su canapé, su foto entre muñecos y el 26 de mayo pasarán los basureros y alguien guardará los diarios, las medallas, el lápiz labial bicentenario, y seguiremos tristes o confiados odiando, amando este país, mi país…
Yo sé que a usted le pasa, hay fiesta lo invitaron y no encuentra la casa, el club, la pieza ¿Dónde era? ¿Cómo era? ser parte de algo más grande, más puro, más propicio, aunque sea una vez, una.
Comprenda, los años no son nada, la fundación, el pacto, las batallas, ya duerme el héroe, se achicó el Cabildo y enmudece la sangre de ése mártir; comprenda, nosotros existimos, comprenda, seguimos más que solos.
Escucho una moto, autos, dos chicos gritan por la calle, me duelen la espalda, fumo mientras viaja, también, la galaxia sonriendo en su misterio.
Docentes bicentenarios, panqueques bicentenarios, finanzas, empresarios, campitos bicentenarios.
El almanaque, la recensión, la cita, la perogrullada, el mástil, las estatuas…
Y nadie dice nada y todos lloran ciegos y en esta impenetrable bruma, los ninguneados, los laburantes, los desaparecidos, los basurales, los hospitales…
Traigan la lengua de Castelli, traigan al que reía en medio del incendio, traigan al mandante y por una vez, por una sola, solita, solísima vez, a las grandes palabras, los desfiles, la torta, déjenlos allá, entre los yuyos, que estamos cansados, ahítos, desflecados de amar, odiar este país, mi país.

publicado en el Suplemento especial del Bicentenario,Diario la Voz del Interior,Córdoba,25/05/10

domingo, 23 de mayo de 2010

ELIPHAS LÉVI (FRANCIA,1810-1875)



[...] es preciso ocultar la luz a los pájaros nocturnos,puesto que les deslumbra y llega a ser para ellos más oscura que la más oscura de las tinieblas.

viernes, 21 de mayo de 2010

ESTA PATRIA


Esta patria anunciada y nunca prometida, amada turbiamente, a escondidas, en sueños, fervores, favores; esta patria toda o nada, patria rabiosa y bienvenida con la puerta cerrada…
Esta patria de ayer que se presenta sola, abigarrada, justa, perseguida
y exclama sin pudores mañana, pasado mañana, pasado, pasado mañana.
Esta patria de vos y de tus cosas, tus muertos ,tus fantasmas, esta patria de palabras que no saben su oído, esta patria de nombres que no tienen sonido y vagan por el aire y vuelven como tierra…
Esta patria deliciosa como un tiro en la boca, esta patria vendida al ogro y la princesa, al abogado, al demente, al justo dios, a un ramo de alaridos…
Esta patria piadosa que se pierde en las calles, esta patria brindada en prisiones y teles…esta patria de putos, esta patria de santos y golpes y zaguanes.
Esta patria que pierden los que buscan
una calma feroz
un río derechito
un día entre las manos.
Esta patria burlándote, corriéndote el espejo, llamándote a las tres de la mañana; con la mesa tendida, las ventanas ciegas.
Esta patria de irse y llegarse, tan esforzada y quieta.
Esta patria siempre a punto de…
Esta patria casi…
Esta patria cuando…
Esta patria de lo mejor, lo peor del mundo, del comienzo del mundo, del final del mundo.
De cada uno
para cada uno
en cada uno.
Esta patria caída saluda desde el barro y la lleva el gorrión y la devuelve el cielo.
Esta patria vehemente y tartamuda.
Esta patria feliz y sola.
Esta patria, esperándonos
huyéndonos,
enfrente del crimen
abajo de la pena.
La abrazo, la devoro en un hambre interminable, la demando, la ruego, la perdono.
Esta patria y nada.
Esta patria y todo.
Esta patria.


publicado en El Diario del Centro del País- Villa María,Cba.24/05/10

jueves, 20 de mayo de 2010

RENÉ DEPESTRE (HAITÍ,1926)


imágenes para una anti-autobiografía


Nací en Jacmel en 1926
A los siete años tuve una estancia
feliz bajo el mar Caribe.
A los quince fui toda una noche
un caballo que cargó sobre su lomo
la belleza desnuda de su ciudad natal.
A los cuarenta años cargo la lenta
        agonía de su raíces!
"Madame Bovary,soy yo",dijo Flaubert
De igual manera el bastón del Dr.Sorapal,soy yo!
Soy un bastón que camina completamente solo
Golpeo al pasar personalidades de 
        mi pequeño pueblo:
golpeo al prefecto y su concubina
que arden cada noche juntos
un kilo de incienso y de asafétida.
Golpeo al capitán de gendarmería
que es un gordo yamki que enarbola más
de 36 dientes de oro en su risa del Sur.
Golpeo al exportador de café
que exporta en el mismo barco
sangre fresca de campesino.
Golpeo al notario y al cura bretón
que festejan locamente sus bodas de plata.
Soy un bastón que crece bien,
Soy un bastón que tiene razón,
Soy un gran ladrón de sal marina
que lanzo a los ojos de los jueces.
Golpeo  a todos aquellos que han olvidado
que no hay nada más bello que la vida
       en el golfo de Jacmel.
Soy un bastón de madera muy sentimental
y a veces en vez de corregir a garrotazos
las malas cabezas de mi pueblo
me quito la piel que dejo al aire freco
y me deslizo hacia la casa del barbero Simón
en donde consuelo a la más triste
de sus tres maravillosas mujeres de Egipto!
La que nadie ha visto reír jamás
la que duerme completamente desnuda.Ilumino
bellas leyendas para sus senos
y para sus muslos que son
los poetas más grandes de la cristiandad!
Soy también el mar de Jacmel:
me hago espuma rabiosa,soy una puta de mar,
un mar sin una ola de buena voluntad;desato
mis tiburones a grandes riñonazos.
Soy el río La Gosseline: soy a veces
un sueño muy tranquilo de nubes vagabundas;
otras veces devoro y me llevo una buena
docena de cadáveres sobre mi espalda.
Soy un barbero loco con 3 muñecas
y un par de grandes tijeras cósmicas,
y corto,corto toneladas de infamias,
corto todo lo que cae bajo mis vientos.
Soy un pozo mágico en donde mi pueblo
cayó una noche con todos sus habitantes;
2 árboles + 2 árboles en mi vida
nunca fueron iguales a 4,
mientras que 2 mujeres + 2 mujeres siempre
fueron en mi lecho el único árbol frutal.
Soy un tesoro hundido a mil metros
bajo la tierra de mi pueblo natal
y quince mil mujeres hambrientas de oro puro
me buscan sin jamás encontrarme.
Soy un puerto de leyendas,soy
una muchacha de Egipto,la que sabe
que la aventura humana no tiene precio
la que daría sus senos para cortar
a cambio de una sola gota de ternura
en los ojos fríos del mundo!
Soy la fábula de esta princesa.
Soy su Plaza de armas.
Soy su baño mágico de la noche.
Soy su último cielo,
soy su mercado de hierro y su cine.
Soy su incesto,sus orgías y su LSD 25.
Soy su cuna y su exilio sin fin.
Soy la crónica de su infancia.
Las curvas de su cuerpo han esperado
veinte años la rotación de mi sangre.
Soy en sus ojos
la muerte de toda esperanza.
Miradme:soy su faraón,soy su Egipto
sin las crecidas del Nilo,yo soy
y su ruina y su pobre caballo inocente!

(Traducción de Nancy Morejón)

según la versión publicada en la revista Crisis ,Nº 3, Julio 1973,Buenos Aires.

lunes, 17 de mayo de 2010

LUIS O.RESSIA (CORONEL MOLDES,1931)


Confusión


Casi ahora
                  casi nunca
en unos brazos casi perezco
es parte de la escena

Ayer
       hace tiempo
hoy
      antehoy
tal vez no ocurra nunca
pero el motivo existe
lo veo andar por las calles
a veces huele no a mi país

allí lejos reside Hilde
                                  tiene pecas
las criaturas con pecas me ................
no encuentro la palabra

Casi ahora
                 no
                      casi nunca aprenderé
                    a escribir un poema

no puedo ubicar al tiempo
se me confunden los tiempos
del tiempo

Graciela (A) cree que soy prehistórico
   la entiendo
antiguamente he sido joven
hice cosas que ahora no hago
   no piense mal eso todavía lo hago

Así no puedo seguir
Ud. no me ayuda
sólo quiero completar este poema

son las 20:55 hs.
estoy esperando a Lía
la noticia es buena
he vendido un NARRENHUASLEIN
tengo que firmar

La tarde y el calor continúan

al 4º whisky compartido
el amigo de barba pregunta

éso del emperador y la esclava

a qué hora solía acontecer

Casi ahora
                casi sí
                          sí
                            estoy convencido

casi no
         casi nunca
                         no
                            nunca lograré 
           escribir un poema. 



de La Isla,Ediciones de poesía La Lámpara Errante,Buenos Aires,1989.

domingo, 16 de mayo de 2010

JACOB BURCKHARDT (SUIZA, 1818-1897)

La grandeza es una necesidad de las épocas terribles.

sábado, 15 de mayo de 2010

ALLEN GINSBERG (U.S.A 1926 . 1997)

[...] La poesía es generalmente como la articulación rítmica de un sentimiento.El sentimiento es como un impulso que surge adentro...como los impulsos sexuales,digamos;es algo casi tan definido.Es un sentimiento que empieza en alguna parte del estómago y sube por el pecho y después sale por la boca y las orejas,y se revela como un arrullo o un gruñido o un suspiro.Algo que,si uno le pone palabras mirando a su alrededor y tratando de describir qué es lo que lo hace suspirar y suspirar -en palabras-,es simplemente articular lo que uno siente.Tan simple como eso.O en realidad lo que pasa,o lo que pasa en en el mejor de los casos,es que hay un definido ritmo corporal que no tiene palabras definidas,o que a lo mejor tiene una o dos palabras conectadas a él,una o dos palabras claves.Y después, al escribirlo,es simplemente gracias a un proceso de asociación que descubro cuál es el resto de la expresión...lo que puede reunirse en torno de esa palabra,a qué está conectada esa palabra.En parte por simple asociación,primero se me ocurre algo como "Moloch es" o "Moloch que",y después lo que salga.Pero eso viene además con un definido impulso rítmico,como DA de de Da de de DA de de DA DA."Moloch cuyos ojos son mil ciegas ventanas".Y antes de escribir "Moloch cuyos ojos sonmil ciegas ventanas",tenía la palabra "Moloch Moloch Moloch",y también tenía el sentimiento DA de de DA de de Da de de DA Da.Así que sólo era cuestión de alzar la vista y ver una cantidad de ventanas,y decir,oh,ventanas,por supuesto, ¿pero qué clase de ventanas?Pero ni siquiera eso - "Moloch" cuyos ojos"- algo que es bello en sí mismo pero, ¿pero qué más,Moloch cuyos ojos son qué? Así que Molocvh cuyos ojos...después, probablemente lo que pensé a continuación fue "mil".O.K., ¿y entonces mil qué? "Mil ciegas".Y tenía que terminarlo de alguna manera.Así que tuve que decir "ventanas".Después se veía bien.
Usualmente durante la composición,paso a paso,palabra por palabra y adjetivo por adjetivo,si es todo espontáneo,no sé a veces si tiene siquiera sentido.A veces sé que tiene completo sentido y empiezo a llorar.Por que me doy cuenta que he hecho centro en una zona de verdad absoluta.Y en ese sentido,universalmente aplicable,o universalmente comprensible.En ese sentido capaz de sobrevivir a lo largo del tiempo...en ese sentido, que puede ser leído por alguien que llore,tal vez,siglos más tarde.En ese sentido profecía,porque hace sonar una clave común...lo que es verdaderamente la profecía no es saber que la bomba caerá en 1942.Es que uno sabe y siente algo que alguien sabrá y sentirá dentro de cien años.Y tal vez articularlo con un indicio...de una manera concreta que ellos pueden captar dentro de cien años.[...]

Fragmento de un reportaje realizado a Ginsberg por Thomas Clark,para  the Paris Review,en 1965.Extraído de  Confesiones de Escritores - Poetas- Los reportajes de the Paris Review.Librería Editorial El Ateneo.Buenos Aires.1997.Traducción de Mirta Rosenberg,Edgardo Russo y Pedro Sandler.

viernes, 14 de mayo de 2010

LEYENDO LA POESÍA DE LOS '90



comprendo que he perdido algunas cosas
monedas
luz de escenarios
papeles membreteados
y sobre todo
la eficaz tramoya del ingenio

...el viaje era muy largo
había que ir liviano.

jueves, 13 de mayo de 2010

la poesía argentina,HOY


Eso titularía

muy bien

una mesita
una notita
una tortita


¿y mañana?

¿y los que se emplumaban?

no
ya no será
la poesía
la Argentina
mañana
pasado mañana...

Asómense
frente a una orquesta de agendas
los muertos se abrazan
poderosos

una muchacha,hermosa,hermosa,
y un bigotudo
recitan
la insignificancia

el tiempo
el caramelo

 su estrecho corazón.

miércoles, 12 de mayo de 2010

BENEDETTO CROCE (ITALIA, 1866 - 1952)



La poesía es producida no en virtud de un mero capricho placentero,sino a causa de una necesidad natural.Tan lejos se halla de ser superflua y eliminable,que sin ella el pensamiento no hubiese podido avanzar:es la actividad primaria de la mente humana.El hombre,antes de llegar a la etapa en que forma ideas universales,forma ideas imaginarias.Antes de que logre reflejar mediante una mente clara,aprende por medio de facultades confusas y perturbadas;antes de que pueda articular,canta;antes de que hable en prosa,habla en verso;antes de usar términos técnicos,usa metáforas y el uso metafórico de las palabras le es tan natural como a nosotros lo que llamamos natural.

en,La filosofía de Giambatista Vico,1913.

jueves, 6 de mayo de 2010

por qué nunca más presentaré un libro de poemas



porque de inmediato aparece
la mosca verde
el mal entendido
mujeres con aros dorados
gente que desprecio

porque el silencio
me tuerce los ojos
y la absoluta verdad de alguna línea
me pregunta
¿para ésto
para ése
para estos?

no nunca más

lo dejaré salir

si es un fuerte animal
si es una pluma alzada
un espejito

ese libro
cualquier libro de poemas

por malo por bueno que sea
que lleve su sed
y se aparte

como toda criatura

que busque el imposible lector

que no sea encontrado
en fuego frío
en distracciones que aplauden
dejaré los poemas en su libro
bastante muerte es ésta.




por qué leo poemas en el trabajo



no es para salvarme de los animales

luis chavez dice que
el tiempo no entiende de estas cosas
para él
todos somos animales

la poesía detiene el tiempo
no es para pasar el tiempo
que leo en la oficina

conozco las reglas
mantengo las distancias
estas cuestiones de empleado
resultan inútiles para leer

soy interrumpido
soy un pobre y contumaz mediocre
lo cual no se remedia leyendo poemas en el trabajo
ni escribiéndolos
o sintiendo que no importa
que voy hacia la muerte
con una línea de dios
y los labios cerrados

pero
otra vez

abro francamente ese libro
de Kavafis
adivino los rumores de Alejandría
y me embrutezco de soledad
de silencio.

de Silencio al fondo,Ediciones Salido/Ediciones Radamanto,Junín-Villa María- 2000

sábado, 1 de mayo de 2010

REYNALDO JIMÉNEZ (PERÚ,1954)





El semejante


yo más alta vida espero
donde el fin esté abierto
y la entrada en la salida

Roberto Matta


el fantasma de la liebre
el recíproco cuerpo
el abanico de los faros
la quietud corrediza
la poca resistencia
la cambiante lumbre
la velocidad que se rasga
el celaje en la resina
el reojo del chimango
la espesura sedante
el trance del ciervo
el recoveco de la iguana
el parpadeo vaginado
el barro que redime
el oscilado aturdimiento
la ristra de sospechas
el vestido en el espejo
el grillo insomne
el perplejo vigía
el minuto que no cuenta
la fijeza del torrente
la palmera en el rocío
el lecho disuelto
el callado fondo
el lacre del trueno
la cautela del cangrejo
el giro reversible
la glándula muda
la llovizna en el muelle
la altura que altera
la premura errante
la pereza del microbio
la corriente en la grama
el colibrí en el bebedero
la larva en el junco
el sendero suspendido
el oro que se despega
el polvo facetado
la bífida sensación
la engendrarda mudanza
el arrebato del trébol
el impasible contento
la hojita en el pelo
el guadal de lo que dura
el piadoso laberinto
el reverbero de pinches
la ventisca que arraiga
el cumplido fruto
la cápsula incierta
la humedad carbónica
el rasgo en el gesto
el pez en el pescado
la mella en la medalla
el detenimiento en su grieta
el borroso emisario
la cifra que sueña
el precio del desprecio
la bifurcación del camino
la transparencia que oye
la rutina que fermenta
la liana que se hunde
la melena en la matra
el tatuaje del buey
el discípulo cuerpo de sí mismo
el aguijón entrando a su mantra
el anzuelo del presente
el hueco de lo sacado
la celeste opalescencia
el átomo en blanco
el ícono eyectado
el tremor levadizo
la túnica que se desata
la descarada canción
la pupila del cuervo
la apetencia del peñasco
el segundo después
el limo de lentitud
la mirada efímera
la coartada del ánimo
la boca que frustra a la pregunta
la entraña con su pequeñuela
la excursión del apego
la verdura cruda
el rumor sumergido
el flamígero ángel
el pétalo atigrado
la gruta donde medita el ratón
la herida burbuja
la cuenta redonda
la cicatriz Braille
el trasfondo de algas
el desbande convexo
la contraluz de las acacias
el juego sin estrategia
el aire que habla
la cría del viento
la pájara que dice brío
el estanque estrellado
la intermitencia puente
el matorral de azules
el degradée sinuoso que aleja
el haz de los enlaces
la cautiva estratagema
el turquesa que calcina
el motor que vacila
el golpe absorbido de golpe
la cúspide empinada
el salmo cóncavo de los patos
la inmediata altura
la fuente del oleaje
el rostro simultáneo
la chispa del futuro
el rojo en el índigo
la sombra de su reflejo
la voz de la cascada
el monte de goce
el mar de la tranquilidad
el tronco que emerge
la pluma tornasol
el cielo del oído
la guarda magnética
la última puerta
el cencerro en la cumbre
el secreto mirador
el enconado litigio
el claro cauterio
la bendición del borde
el detalle perdido
la rama que se va
el doble de su sombra
la célula de abismo
la pasión diminuta
la voz al otro lado
la suma ignorancia
el imperio colgante
el peregrino celo
el volcán que duerme
el hueso despierto
la pulida jaula
el brillo que vela
el planeta en el pómulo
el desalojo abolido
el espolvoreo constelado
la fluorada mímesis
el amniótico azul
el ocelo en el ojo
el coleóptero laja
el templo de arena
el errátil destiempo
la corazonada manantial
el nómade cero
el pastor de la tormenta
la impronta que deriva
la suavidad del cese
la pregunta equivocada
el centinela de fósforo
el origen que devora
la delicada impaciencia
la trampa del candado
el lago que flota
el fosfeno atravesante
la gracia que se tiene
el sedentario prófugo
el cieno del trasfondo
la inviolable lejanía
la superficie empañada
la veta en la brasa
la docilidad del ruido
el libro de voces
la edad impalpable
el salobre contacto
la espina pulsátil
la muesca del limo
la mariposa de ira
el enamorado abejorro
la rosa en la malla
la florida aridez
la certeza del vapor
el gorjeo en el vano
el cerro disuelto
la planicie que roza
el atajo escarpado
la coartada del envés
el socaire del rastro
la manga doblada
el encastre volador
el perro encendido
la telaraña de rombos
la mano que intuye
la milenaria brisa
la penumbra del cuerpo
el amor mordido
la presión velocísima
la avispa en el flujo
el rosáceo rumor
el retoño en la helada
el andamio espiral
el eclipse de los dioses
la mirada que incardina
el aprendiz del papel
la reverencia de espuma
la tachadura del hecho
el ladrillo en el fuego
la osadía sólida
la sirena nocturna
el hambre que observa
la arteria que alumbra
el pliegue en la pera
la felina traslación
el desmadre volátil
el traspaso del color
el feto escuchando
la primavera morada
el cambio de nombre
el bálsamo del Samsara
la revuelta agonía
la fuente que canta
el amor sin fondo
el santuario temperado
la polilla en el limbo letal
la urdimbre abollada
la trampa que se traiciona
la óptica estrellada
la cabash conciencia
la suerte del trompo
el ensarte del trazo
el salto de la pulga
la primera vista
el viento en la ropa
la tristeza que aburre
el remedio que oculta
la ventana que cruje
la risa mojada
el malestar de la esfinge
la división en la gota
la mendiga piedad
la vía paralela
la baratija mágica
el plan que desbarata
la tierra en el cuenco
el ancla del eco
el encuentro que pierde
la picada cerámica
la tentación de quedarse
el bosque vespertino
el destino cóncavo
la súbita lente
la suspicacia ambarina
el reloj que atrasa
el presagio en el dátil
la letra comida
la borra que calla
la sevillana de lo visto
el apego evadido
el prohibido equilibrio
el rumor tibetano del tilo
el cumplido despropósito
la idea en la moldura
el anónimo temblor
el mareo inmemorial
el orgullo en brazos
la fatiga dejada
la mirada que huele
el sabor de otra boca
la fijeza del búho
el olvido que aturde
el auto que la tarde traga
el afelpado estallido de la vaina
la prenda furtiva
el dador inflexible
la lagartija en la pared
la nómina que bulle
la máscara a oscuras
el alma que vuelve al cuerpo
el corazón en la boca
la diagonal de silencio
la concéntrica brisa
el pie que se persigue
el espejo abolido
la lengua en la pulpa
la falta de ausencia
la galaxia del ocre
la fiebre sin freno
la pista de partículas
el oleoso bullicio
el memento deslinde
el esplendor que no abdica
el paseo del vencejo
el lado que traviesa
el ojo que se besa
la radio que enloquece
la muerte que enmudece
el erizado atrevimiento
la corteza medieval
la herrumbre maestra
el disperso verde
la gata recién parida
el hombro abandonado
el espacio a la redonda
la regadera de Klee
el toque de cuarzo
el azar sumergido
el vegetal reverbero
el chorro de plumas
el misterio del vaso
la escarcha de fotones
el collar en llamas
la erosión que frasea
la cara del mandril
el estribillo en el magma
la enredadera en Hungría
la riña del consuelo
el gallo de la tarde
la turbulencia satinada
el saddhu que saluda
el altar de troncos
el metal que vira
la grasa en la pira
la colina nimbaada
la espalda en la arena
el pudor de la estrella
la arcilla temprana
el violín del santo
la trastienda del siglo
la bandada telepática
el hueso que conoce
el terciopelo que ofusca
el bicho en su pértiga
el ruido a la vista
la compañía de la araña
la espira que teme
la estera en el tiempo
la traslúcida rueda
el almanaque en el clavo
la vela de grasa
el óvalo del volumen
el río sin oponente
el hervidero de la anguila
el abrojo que viaja
el perfume que difiere
la disyunción del segundo
la lengüita rasposa
la ebriedad del gusano
el barniz que se mezcla
la eternidad del trecho
la muchedumbre contigüa
la evidencia que asalta
el relieve del vuelo
la dualidad del lunar
el desenlace en el tejido
la diablada contenta
el recorrido del cable
el hígado para el gato
la dinastía de piojos
la foto del problema
el favorable adversario
la obsidiana del iris
el parabrisas inmóvil
la aldea de guijarros
la madeja de penachos
la mamá del mártir
la próxima pieza
el buitre impecable
la raja en el jade
la membrana del puente
el firmamento corola
el veloz estandarte
la pintura saltada
la frase en su biombo
la vena del tallo
la solitaria bujía
el amo en el ladrido
la flor en la pendiente
la aspereza del esmalte
el engaste del jadeo
el pensamiento en su napa
la cebolla en el plato
la lente que borra
la camisa prestada
la orilla del mundo
el helecho que ondula
el pantanal en el pulso
el influyente tapiz
la isla del tajo
la doble suerte
la tímida cobra
el granizo en la cúpula
el teatro frotado
la muela del juicio
la garza en el charco
la estela del protón
la zambullida de la culebra
la espirada psicina
el sopor especiado
el arco del muro
el adolescente antiguo
el contenido fluorado
la zarpa en el tórax
la dicha que insacia
la voz que desaparece
el dolor delicioso
la extranjera presencia
la raptada cabeza
la elocuencia del agua
la emoción de la piedra
la quietud de la santa
la vanidad del Nirvana
la inocencia del zorro
la sombra lila de la gata
la placidez del mecano
la rosa flechada
la flecha volada
la danza despistada
la brisa del suelo
el olvido del camino
la ligera disposición

la reminiscencia en la perla

la perla en el desierto
el desierto en la trama

la trama en la mano
la mano en el agua
el sonido del agua en el álamo
el álamo a la vera
la tormenta serena
el vecino del nido
la sonrisa del ojo
la semilla de risa
el pigmento de cielo
la madera de la imagen
la fuerza de la víctima
el suspiro del verdugo
la suerte echada de su casa
la promesa del cero
la alegre ceguera

la viajera soledad
el imperceptible llamado
el genital alumbramiento
la perdida memoria
la conciencia limada
el cambio de pulso
el jardín en el reflejo
la forma de las cosas
la sonaja repentina
el reposo de la esfera
el temblor del pino
la pasión del hongo
la intimidad del papel
el alfabeto de la mojca
el ingrávido miedo


de La curva del eco,ediciones tsé=tsé,Buenos Aires,1998.