viernes, 29 de agosto de 2014

la rosa nunca es lo tardío






donde fuimos felices un ángel cuida las paredes

¿no lo encontrás en el anciano espejo de nuestra desolación?

y aún nos moja esa fragancia

tierra de un jardín fecundo en muros
la sabiduría del desvelo

crece vertical alguna lágrima
llega al cielo de los justos

después de tanto y tanto
no aprendemos
el orden aproximado de la gracia

confío en esa lámpara que llevaste alzada en lo maligno

amor
la rosa nunca es lo tardío

la memoria ya cambia sus vestidos.




lunes, 18 de agosto de 2014

el problema son los analfabetos de la gloria







el problema no es que nuestros poemas se traduzcan o no a la voz oficial del imperio

el problema es que se editen en los arrabales de la supremacía

y sean larvas (diría) en la precaria cultura de los que designan tapas

turismo cátedras

el problema no son los sistemas de distribución

el entrado-  salido de los escritorios virtuales

en tanto y en cuanto refracten sobre el Glam alterno

el problema no son los mecenas lavándose después de crímenes y crímenes

ni nuestros cancilleres de letras

y su ignorancia, mala memoria, desidia o mezquindad



el problema es creer

leprosearse

y no atar una campana al pie para salir a mendigar



el problema es estar solo para siempre

y hablar desde el cajón



el problema no son las imágenes

sino el silencio de dios



el problema son los analfabetos de la gloria



(sabremos perfectamente qué es la gloria

cuando hagamos un jarrón con el dolor

del deseo

y lo llenemos con lirios de los valles)



 si leo a tao lin

y a tanto de la alt lit

y a los anteriores

generación X, etc.

comprendo que
 el problema del siglo XXI

en cuanto a la justicia o no

de alguna lírica

alguna herida de la cosa en sí

vanguardia

o percepción

no depende de cuestiones administrativas-tecnológicas

el reflujo del poder

y la cabellera de los bárbaros

sino de cierta desilusión

en cuanto al rigor de los venenos del yo



nuestro problema es la interpretación

de lo imposible

considerando
 lo imposible

como producto



nuestro problema es la desaparición

como una de las bellas artes estatales



nuestro problema es la claridad de los psicóticos

su ética



con naturalidad pienso en siglos venideros

(como todos los muertos por otra parte

sentados a través de la galaxia)





nuestro problema es conjurar una soledad de vodevil

y después llamarla maldición

destino

fiesta triste



el problema no es que el azar se vuelva necesidad

el problema es levantarse y sonreír desde todos los huecos de este cuerpo
 mortal.






jueves, 14 de agosto de 2014

los problemas de mi alma


son esos animales en su jaula de luz


el oscuro llavero de otros rayos

martes, 12 de agosto de 2014

El mundo se divide




entre los que aman a los gatos y los que no
entre los que dejan de mirar a una chica linda que viene caminando en dirección contraria por la misma vereda para no incomodarla y los que no
entre los que paran a la décima piscola y los que no
entre los que van con caña un domingo en la mañana al supermercado a puro comerse un ceviche y los que no
entre los que se han comido una de pino del Lido en la vereda
y los que no
entre los que les interesa ver el noticiero y los que no
entre los que se sientan frente a una hoja en blanco y los que no
entre los que creen que dormir siesta es una pérdida de tiempo y los que no
entre los que han tomado el colectivo del capitán Beto y los que no
entre los que dan puntada con hilo y los que no
entre los que tienen motricidad fina y los que no
entre los que se apuran en llegar a casa cuando empieza a llover y los que no
entre los que necesitan hacer siempre cosas nuevas y los que no
entre los que tienen un amigo con el que conversar todos los días sin aburrirse
y los que no
entre los que hablan por hablar y los que no
entre los que saben contar un chiste y los que no
entre los que perdieron la virginidad antes de los 18 y los que no
entre los que la perdieron con una puta y los que no
entre los que han dormido en una plaza y los que no
entre los que soportan con estoicismo el escape libre de las motos y los que no
entre los que han planchado ropa alguna vez y los que no
entre los que se aburrieron de discutir sobre política en la mesa y los que no
entre los que tienen a su mamá viva y los que no
entre los que reconocen cuando la cagan y los que no
entre los que se han metido con una prima y los que no
entre los que pueden amar a 300 a la vez y los que no
entre los que se dieron cuenta que Estrechez de corazón es un himno y los que no
entre los que bailan igual al centro de la pista aunque todas hayan dicho que no
y los que no
entre los que han interactuado con una ardilla en un parque y los que no
entre los que se acuerdan del perro que marca tarjeta en el correcaminos y se va caminando
con el coyote y los que no
entre los que les gusta la palabra pelafustán y los que no
entre los que son amigos de sus ex y los que no
entre los que tienen sexo oral sólo con alguien que aman y los que no
entre los que sienten angustia los domingos en la noche y los que no
entre los que han tomado litio y los que no
entre los que han probado la anestesia general y los que no
entre los que se han muerto de gusto en una clínica particular y los que no
entre los que tienen el ego del porte de un buque y los que no
entre los que se subieron a una nave comandada por Enrique y los que no
entre los que vieron en pantalla gigante los goles de Salas contra Inglaterra
en el primer recital de U2 en Chile y los que no
entre los que se han quedado tomando toda la tarde con una amiga en los pastos de Gómez Millas el día antes de una prueba y los que no
entre los que son buenos para los negocios y los que no
entre los que saben hacerse los huevones y los que no
entre los que dividen a las mujeres en aptas para casarse y aptas para hacer cosas
que no harían con su señora y los que no
entre los que sueñan con tener casa hijos auto esposa perros y los que no
entre los que les da ternura ver a una guagua en un coche y los que no
entre los que le hablan como estúpidos a los niños y los que no
entre los que se han encomendado a los árboles y los que no
entre los que estuvieron en un colegio donde les hacían leer en inglés a Silvia Plath
y los que no
entre los que vieron a un niñito de terno corbata y zapatos leyendo una biblia ilustrada línea a línea con una regla sentado en el suelo de un vagón de la línea 5 a las 11 de la noche y los que no
entre los que se creen santos, profetas o poderosos y los que no
entre los que aprendieron a nadar y los que no
entre los que tienen fuerza de voluntad para llevar una vida más saludable
y los que no
entre los que tienen paciencia con los hiperkinéticos y los que no
entre los que pueden estar media hora mirando un pino y los que no
entre los que se ponen contentos cuando está nublado y los que no
entre los que limpian el gollete de la botella compartida antes de llevársela a la boca y los que no
entre los que soportan sobrios a los hombres y los que no
entre los que tienen muertos con los que conversar y los que no
entre los que han cruzado los dedos por Gustavo y los que no
entre los que seguirían toda la vida enumerando hasta hacer de esto un libro
y los que no
entre los que pueden amar a una mujer que está lejos
y los que no.
 

Andrés Florit Cento ( Santiago, Chile, 1982)


domingo, 3 de agosto de 2014

una lectura de Alejandro Morandini

Un instrumento múltiple, el labio del poeta Alejandro Schmidt. Su nutrida pasión queda plasmada en este libro que reúne 85 de sus 5000 poemas. En él asume todas las poses y ánimos disponibles en la escritura. La actitud e intensidad para la poesía se manifiestan del primer al último verso en esta antología. Su abrumadora disposición poética no da lugar a primaveras o inviernos en su obra; no necesita huir hacia la poesía, tampoco espera que acuda el estro: sencillamente, no tiene opciones o habiéndolas, ejecuta el acto de leer y escribir con absoluta calma, con profunda devoción. Leyéndolo, pareciera que la poesía lo aguarda desde siempre.
Un símbolo privado se alza en cada poema suyo, aún así el poeta no es hermético. Adquiere mayor precisión y virtuosismo a medida que avanzan los libros. Sus certezas residen en el odio, en el mucho odio acumulado a pesar de si. A Schmidt, el odio le permite organizar el poema y darle una dirección; crece como un resentimiento entre el mundo que todo lo embarra y el poeta, (por momentos señala a la Patria como si se tratara de una enorme Fiesta Nacional; en otros es reminiscencia, del padre, de la madre, de él mismo en nítidas observaciones y situaciones que no le importa señalar con un buen o mal verso).
Rompe la vida, porque pretende en cada palabra romper el sentido del mundo; porque quiere que la vida sea otra cosa, algo mucho más inestable de lo que ya es. Por eso el poema siempre es una regularidad rodeada de un encanto por descubrir u ocultar; sirve tanto para ir como para volver de la nostalgia, (a Schmidt, le espanta el aburrimiento de los otros, la serenidad y la convulsión en los otros; asume el duro oficio de interpelar la realidad a fuerza de dialéctica subjuntiva).
Le opone al mundo, así a secas y amplio, una masa metafísica que reduce todo a escombros y trata al poema como si fuera un acto espiritual y último. La poesía es entonces un punto inmóvil sobre la precaria ambigüedad de las cosas, en la pavorosa decepción de lo que no prospera ni como pasatiempo. No se altera ante la fuga de las figuras en el espejo, no lo moviliza el vacío; puede creerse que adora el estrépito. No tiene palabras de desesperación ni de esperanza; su poesía sucede oscura y necesaria. La incertidumbre, que en estos casos siempre funciona como estrategia, no se ejerce si no como remate en algunos poemas. Curioso, porque es un poeta que no escapa a su generación pero así como no tiene juventud, su poesía no tendrá vejez ni acarreará otro inconveniente más que el de una catástrofe particular; en la intimidad tampoco traerá consuelo, sépanlo.
Asoma la provincia en su escritura y es todo llanura el relato que guardan sus versos. No tiene bondad ni amor su poesía, sin embargo es generoso con todo lo que le rodea. Es probable que escriba algo más que 5000 poemas. Leyendo libro a libro de su antología, uno termina por sospechar que puede abundar en detalles, en perplejidades y equívocos y señalar pasajes perennes de esta vida y otros no tanto.
De la abundancia del corazón, habla la boca, cita. No le perdona al hombre no conocerse a si mismo; no tiene misericordia con el que duerme. Sus versos cargan una ironía que si se manifestara con un poco más de volumen resultaría cruel y antipoética, (por eso el mundo se borra cuando escribe y pide silencio al fondo).
Schmidt, va camino al mito lo saben sus lectores, sus editores, sus colegas y sobre todo lo sabe él mismo. Ha sido una construcción laboriosa, concentrada: leerlo así, condensado en un libro que resume la intención de una vida, inquieta. Cada verso va dirigido como un golpe a la nada; carecen de ingenuidad así como carecen de recursos lingüísticos y metafóricos; escarcea la lengua pero no fuerza nada, más bien deja que el idioma se exprese casi sin voluntad en el poema. Las correlaciones que establece no son semánticas, son ideales. Sus versos son escasos en música y ritmo, sin embargo la conciencia que los mueve es polifónica y heterogénea. No se ha trepado a las altas torres de sonido, se ha quedado aquí oyendo el corazón de las vacas. Encuentra matices, su paleta es amplia y siempre está en movimiento; no busca el himno en cada enunciado, por el contrario, exige el chasquido de la lengua, (porque lo que vale en Alejandro Schmidt, es la intención).
Hay escritores que escriben, traducen, interpretan a otros escritores, vuelven a escribir, componen textos con fervor intelectual, gracia literaria y saben de qué trata la Belleza; estudian. Schmidt no, él es un poeta. Desde los 13 años de edad que habita el hueco del malentendido. Porque una cosa es el análisis y la crítica, la construcción deliberada y muy otra es la epifanía o la alucinación. Sin embargo es difícil mantener la unanimidad en el malón de la burguesía nacional de la palabra. Algunos arrean los animales, otros secuestran las armas y aquellos llevan enancadas las cautivas. Las cautivas, oh sí, las musas! (Schmidt, ha pactado con todas esas causas perdidas y ha salido victorioso de esos negocios como un toro en la lid).
Schmidt, es un poeta que nada en las grandes aguas abiertas, da amplias brazadas para no quedar flotando en la precariedad del conocimiento. Basta con seguir su interés por algunos temas, (asegura que el tema no es algo que le concierna), para entender el propósito: la Biblia, Lucrecio, Séneca, Gurdieff, Nietszche, Goethe, Rimbaud, las religiones orientales y el inquietante romanticismo alemán. La ciencia y la religión le resultan lo suficientemente consistentes a la hora de explicar el misterio de la existencia humana. De esa percepción de la realidad sobrevive en su poesía la persuasión y la mística, esa es la gran diferencia con los poetas contemporáneos: no escucha la música, ve el espejismo. Espera que sus poemas como piedras astillen el presente perpetuo de algunos enunciados.
¿Qué cuál es su tradición poética? Es heredero de todo cuanto habla con altas palabras; más sutiles podríamos decir que hay en él rastros de Fijman, y hasta algo de Giannuzzi, claro que también reúne a Mastronardi y Molinari, bajo su lengua, (pero vaya uno a saber cuántas de estas cosas que se dicen como lector apresurado de su obra, son cabalmente ciertas).
Con este libro realiza lo imposible: antologar la existencia, tal como si pudiera seleccionarse algo de ella y separarlo, como si se pudiera elegir entre nuestros actos, textos como cosa ajena y estética, como si no hubiera continuidad y leyéramos sólo el detalle de la cuerda; signos del pronto desgarramiento ya inscriptos a lo largo de la expansiva tensión de lo que es nuestro y no es y es sólo pensamiento o sueño que no recobrará ningún poema; convulsiones internas que procurarán vestigios de una vida realizada. Ejerce la tarea como si pudiéramos elegir algo por nuestra parte, (su edición existencial finalmente es obra artística, no quepan dudas).
El poeta reúne los poemas largos y políticos de Serie Americana; los de la construcción del sujeto amoroso, los de la afinidad con la vida, (sabe que nada grande se puede construir con rencor, que todo lo grande sale del amor o de su opuesto). Suma páginas de sus libros: de Notas de una biografía perdida trae el objetivismo como experimento, (sólo los limitados espiritualmente no prueban el fuego); de otros libros reúne cierto situacionismo y un enunciado agonista; el fervor de Escuela Industrial; de Como una palabra que pudiste decir, la incipiente metafísica que le permite pensar que una palabra puede irrumpir en el mundo para reconfigurarlo espiritualmente o como introducción a otra obra, a un arcano, (en ese libro se encuentra el fabuloso verso: “aún leo para aprender a vivir”, en el mismo poema de: “...para subir a una torre de marfil/hay que matar primero/algunos elefantes”); de Silencio al fondo, trae el poema: “con pocas palabras/puede escribirse todo/pero al/escribir todo/algo se borra”; de Oscuras Ramas, trae libros que son vórtice de poemas; en La vida milagrosa, el predestinado a la poesía comprende su situación y hace que las voces cotidianas se adelanten a la escritura y de toda experiencia, un conocimiento que despierta la atención del demiurgo; de Casa de arena, la elegía al padre, el fantasma mayor; de Mamá y Videla, retoma inquietantes versos que no acuden ni a la memoria, ni exigen ninguna verdad, a cambio los liga a una dimensión ética trascendente que siempre será mal interpretada; de Árbol viudo, el espíritu romántico cultivado en Villa María, y de Una sombra llena de perros, la autobiografía como forma y ejercicio estético.
Cuando el poeta nos hablaba de sus elecciones afectivas nos advertía sobre el alcance de su poesía: “Muy pocos llegan hasta el final y hasta el final no se llega con prudencia, astucias, disciplina, se llega con otra cosa que está contra la mano propia, contra los principios, las ideologías y sobre todo contra el temor. Corrijo un poema con otro y con otro... desde los 13 años estoy buscando el poema verdadero, ¿por qué no habría de divertirme mientras tanto?” Pablo Giordano nos recuerda que Alejandro Schmidt, es alguien más: “El poeta como efecto irreemplazable de la rutina, la podredumbre, la muerte, el embrutecimiento de la soledad y el silencio. Un ser cautivo del decir insatisfecho
Es frecuente tropezar con abstracciones en la lectura de su obra y es admirable ver como corrige el abismo con la punta del pié en cada verso; el equívoco sobre la profundidad siempre es de los lectores. A veces la invocación del poeta hace que se lea su palabra como un resto de silencio y se entienda la poesía como una extraña energía que sostiene el mundo “...y nos atraviesa en momentos excepcionales como autores y como lectores
Hijo de un sacerdote luterano, nació en Villa María, en 1955 Allí vive con su familia y trabaja como preceptor en un colegio. Desde 1986 ha publicado 27 libros de poesía; ha editado a medio millar de poetas de todo el país. Distribuyó de forma postal y gratuita durante más de 15 años plaquetas y revistas, entre las que se destaca “El gran dragón rojo y la mujer vestida de sol”. Sostiene en la actualidad 18 blogs dedicados a temas específicos de poesía. Tiene publicadas algunas páginas de una obra en progreso que lleva como título general, Una sombra llena de perros, donde antologa poemas propios y ajenos. El poeta en diálogo con Carlos Schiling, ha expresado que lleva escritas unas 600 páginas aproximadamente donde practica la desmesura en lo que considera, “una teoría general del lenguaje”, a la que acuden “teorías acerca de la luz, la óptica, chats de veterinarias, mi relación con la Biblia en la cotidianidad, catálogos sobre la sombra, el doble, diatribas varias, estudios del vinagre, los piojos, la mafia búlgara, minucias del nazismo, los círculos de Rembrandt, un poco de cut-up y algo de nosense”. Estima escribir entre unas tres mil o diez mil páginas de esta obra, desconoce cuál será su destino. 
Alejandro Schmidt, siempre se nos presenta con el debate acerca de sí mismo resuelto; sus poemas, sus aullidos, son definitivos. Nos entrega el cadáver de la contienda que ha sostenido; un mecanismo insensible que ignora el error y trasluce como el agua, (muchos son los sentimientos que acuden al poeta, quién goza la dicha de que ninguno permanezca).
Meditando su último libro, el futuro lector quedará advertido que podrá adentrarse en los poemas para finalmente ser ahuyentado por el poeta; así comprenderá lo que es poesía para el autor, y que Literatura, por otra parte, “es el reino de la opinión




acerca de Romper la vida - Antolgía existencial- Editorial Nudista - 2013 - en el blog ALEJANDRO MORANDINI - DIARIO DE LECTURAS Y OTRAS CONSIDERACIONES - 26 DE JULIO DE 2014


viernes, 1 de agosto de 2014

siempre canta el gallo de la esma



a Mónica Conci

en realidad dijiste
y siempre cantaba el gallo de la Emma
hablábamos de tus estudios
la herida de los descubrimientos
y eran esos años
tan distintos
en tu vida y la mía

preferí escuchar
la esma
porque es algo más cercano
en cuanto al crimen
las cobardías
que Bergen Belsen o  Camboya

busqué en el diccionario de Cirlot
los desprendimientos de la palabra gallo
y me olvidé

viste qué resplandor da la neblina al cielo?
a nuestra izquierda el tren
enhebra un collar de condenados

el kamishibai
fue suplantado
para el pobrerío japonés
por la llegada de la televisión en los ‘50

releyendo Los Langoloides de Steve King
aprendí más de mi vida
que en mausoleos de la memoria

siempre canta el gallo de la psique

su pico lleva sangre a la luz

vuelvo a escuchar las aventura de tu alma
gracias por el amor que me ensordece.