domingo, 30 de enero de 2011

Sincera piedra




Grata me fue la tibia noche

un trago de veneno
luz vestida

días felices
amor y desatino

el rostro menor de los pecados

¡y no poder vivir como una espada!

estar dispuesto
a error, a su alimento

suaves como el engaño
de lo amado
sentía la noche
y sus palabras

¡y estar así!

rogando exilio al dolor
reinos de amparo

remoto quedó
el niño erguido
el joven que fui
agradecido al llanto

¡sincera piedra el alba
para una débil mano!


de Llegado así,editorial recovecos,córdoba,2005

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