Poema para un poeta muerto
Era un poeta de veras.
Un verdadero poeta.
Decía cosas
que te hacían pensar
y las decía bien.
Veía cosas
que ninguno de nosotros
jamás pudo ver
y las veía claramente.
Se daba maña
con el lenguaje.
Las imágenes volaban
a él como pájaros;
un San Francisco, era,
de las palabras. ¿Dijiste palabras?
Si por poco las hacía hablar.
de Holiday on Death Row (1972) versión de Eduardo Gleeson.
Bendíta la sonda que mantiene al síndrome lejos del hospital. Mezclando lo imposible a lo improbable y potabilizando su efecto.
ResponderEliminarSuero de Besos!