a ese que acomoda sillas
de soledad en soledad
dale puertas no un camino
así irá al matadero
recitando su vida en la llanura
caminando, caminando
(vos también?
pero
cuidado
digo
caminando
caminando
no subiendo escaleras
trepando o bajando de un banquito)
descubrirá pulgares del mal
ese tuerto del alma
y
a través de una esmeralda
la diferencia entre la máscara y el cuervo.
Príncipe de la abnegación
valor
rueda el huevo del caos
llega la desgracia sirviendo amor.
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