la vela que prendiste a los santos
no era
no fue
no llevaba
tu corazón o el mío
un reflejo en la ventana
para la noche del miedo
corazón de jesús
ángel de la guarda
difunta correa
anoche fui a buscar un vaso de agua
y me miró
esa llama
como a un pajarito
que llegara
a pie
en la tormenta.
Estimado Alejandro: es un poema hermoso, lleno del misterio de la vida, sumamente delicado.
ResponderEliminarUn abrazo fraterno