Ha concluido
recibe
¡oh diosa antigua!
esa astilla del aire
los vastos ríos de la noche
darán su cifra
a toda necesidad
u olvido
son propicias las lágrimas
la ahogada voz que prueba el día
hasta la muerte
y sobre la tierra hendida
vuelve a crecer
esta cosa o raíz
que abandonaron quieta
pero
madre del vacío
padre del nombre ya mordido
también adentro del planeta
afuera de días sucesivos
puso Dios la eternidad
no en brillantes ojos
en algo que se abraza
sino en el más oscuro
lejano
íntimo
trabajo
del amor.
de Llegado así, Editorial Recovecos, Córdoba, 2006
"recibe
ResponderEliminar¡oh diosa antigua!
esa astilla del aire"
Estos versos son muy lindos, Alejandro. Saludos.