miércoles, 24 de marzo de 2010

HÉCTOR MIGUEL ÁNGELI (BUENOS AIRES, 1930)




A UNA HOJA QUE EL VIENTO LLEVA HACIA EL MAR



Infimamente
desprendida
vas,
hoja,
hacia el mar.
El viento,
paralelo al alma,
te lleva,
hoja,
hacia el mar.
El cielo es un dragón grande.
da miedo verlo pasar
con su abanico de sol
que te lleva,
hoja,
hacia el mar.
El bosque era tu pueblo,
tu aldea,tu almohadón.
Ahora estás muy sola
en el mundo,
en el dolor.
Nadie ve la fuerza ciega
que te lleva,
hoja,
hacia el mar.
Ni acude por ti
la vida
que dejaste
más atrás.


Hoja,
hoja que fuiste
la luz:
pronto serás
microbio infinito
en la redonda carne

del mar.




UNA MARIPOSA EN LA LÁMPARA


¿Quién es un poeta?
¿El que reparte el fuego,
el domador,
el niño de la calle?
Miremos la luz :
agitada por la mariposa
más visible nos parece.
Su congestión vivimos.


De un poeta sólo sabemos
que muere si no arde.




LA GIBA DE PLATA



Cuando me quedo solo
apago la luz
y con un espejo
empiezo a sacar resplandores
de mi giba.
He nacido tan monstruoso
como todas las cosas de la tierra.
Cualquier resplandor
puede ser un ángel
el ángel que sin duda,
destruirá el espejo.



Estos poemas pertenecen a La giba de plata (Editorial Emecé,Buenos Aires,1974) según la versión que consta en La gran divagación (1948-1999), Edición Tiago Biavez,Buenos Aires,1999.

1 comentario:

  1. Tengo la suerte de tratar con frecuencia a Héctor Miguel Angeli; es un ser entrañable, y uno de los grandes poetas argentinos. Felicitaciones por difundir su poesía.

    Mariano Shifman

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