cuando ves toda la gente que se acuesta sobre una idea de
vivir
y agarran el mundo como un frasco que no afloja su tapa
y andan con el mundo en las manos cuidando el vidrio grueso
dejándolo por la noche en la mesa de la cocina o la heladera
para encontrarlo igual mañana tras mañana
si se les cae
habrá unos vidrios rotos y un poco de escabeche
es todo
no nacerá una muerte
sin enterarse
golpea el tiempo esos cuerpos
ni los caballos del Apocalipsis o la música
serán jamás equivalentes
al peso de cualquier objeto
llenándole las manos.
después de todo quiénes cuántos caminan sobre el fuego ale. el fuego mismo espera. y la vida abrasa.
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