escribo
sin nictógrafo ,sí, con un espejo verde
ahora
que la noche se desnuda y hace arder los árboles
donde el ángel
inclinó su cabeza y acercó pequeños animales vine
a verte
qué es vivir al
fin
y qué la poesía
días que se
enamoran de su rombo?
un templo donde
duerme el asno entre collares?
mientras cada
hueso de lo Real
encuentra su armazón
y en la
tangible transparencia luchan
entre nosotros
los demonios
haciendo cuerpo
con
la vacilante palabra
de Dios
presencia del
no se
majestuosas
avenidas de contradicción
si pudieras
esperarme en
lo más íntimo
de lo increíble…
uy!
ResponderEliminarCada vez que leo sus poemas, Maestro, acaece la perturbadora convicción de la palabra en movimiento; de aquello que no se aquieta, que tensiona. Y que bulle. Gracias por su poesía. Mi Abrazo.
ResponderEliminardaniela;abrazo grande
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