lunes, 23 de julio de 2018

por los siglos de los siglos


tiráme por ahí
no se si donde lo pisa el ganado o más allá

esos huesitos y un  poco de ceniza y grasa
o ceniza gruesa del crematorio
del temblor de las paredes del mundo
del mundanar

cuanto humo de mi
quedaba
cuanto dios y contra-dios
y en cuanto o la demás

papeles ropa  lapiceras
hay una señora que pasa
un cirujeo
dejáme en ese lugar
tan solo y tan tan acompañado

como siempre fue
por los siglos de los siglos

este misterio chico
visible
precario

en el orden de un  nombre el catálogo
la guía
el centón
la lista

linaje del desfleque

para vos lo que tengas
como guardado
como olvidado
en la peletería del alma

como dicho de mí
sin mí

y para los otros
-espectros anteriores
anticipados-
la novedad
de una ausencia

rápidamente provista de

más y más

en esto del tiempo
que nadie sabe
pero todos
saben y saben

viernes, 20 de julio de 2018

ALEJANDRA PIZARNIK (BUENOS AIRES , 1936 - 1972 )



DEVOCIÓN


Debajo de un árbol,frente a la casa,veíase una mesa y sentados a ella,la muerte y la niña tomaban el té. Una muñeca estaba sentada entre ellas,indeciblemente hermosa,y la muerte y la niña la miraba más que al crepúsculo,a la vez que hablaban por encima de ella.
-Toma un poco de vino - dijo la muerte.
La niña dirigió una mirada a su alrededor,sin ver,sobre la mesa,otra cosa que té.
-No veo que haya vino - dijo.
-Es que no hay - contestó la muerte.
-¿Y por qué me dijo usted que había? - dijo.
- Nunca dije que había sino que tomes -dijo la muerte.
- Pues entonces ha cometido usted una incorrección al ofrecérmelo - respondió la niña muy enojada.
-Soy huérfana.Nadie se ocupó de darme una educación esmerada - se disculpó la muerte.
La muñeca abrió los ojos.



de Prosa completa , Editorial Lumen, Buenos Aires , 2018

martes, 17 de julio de 2018

GEORGE SCHEHADÉ (Egipto 1905 - Francia 1989)





El raro sabor de tus manos
Cuando los bueyes están cerca del mar
Eres prisionera de tu más bella imagen
Porque blanco es el color de la paciencia
Estaré en tu recuerdo
Las montañas envejecen y se cubren de hojas
Y morirás
Porque hay tanta poesía en la ceniza





Versión de Jorge Esquinca (México, 1957)

martes, 10 de julio de 2018

PEDRO MIGUEL OBLIGADO (BUENOS AIRES 1882 - 1967 )





UNA ELEGÍA POR LO QUE NO FUE




Todos se quejan por lo que han perdido ,
yo me lamento por lo que no fué.
¿Qué son los ramos que secó el olvido
junto a las flores que jamás logré? 
De tantas almas que no me han querido,
la que yo amaba, es la que no encontré.
Sólo he soñado lo que no he vivido,
y aun no se cansa de esperar, mi fe.

La vida es siempre como hermosa casa
donde hay un baile y no se puede entrar;
como una fuente que a la noche envasa,
y brinda estrellas que no alcanza a dar.

Quise aprender una canción distinta
de ésta que, apenas, me enseñó el dolor,
y cual rocío que la aurora pinta;
darle a mi llanto, como a un resplandor.
Hoy creo andar por una vieja quinta,
donde el pasado no es más que un rumor...

Tal vez, la dicha me aguardaba cerca,
de pudorosa, con algún disfraz ;
tal vez, mi busca, debió ser más terca,
mi fe, invariable, y mi cariño, audaz.

Me he equivocado, pero no he perdido
sino las cosas que jamás logré :
De tantas almas que no me han querido,
la que yo amaba, es la que no encontré.

Toda existencia es un poema trunco,
donde hay palabras que faltó rimar;
y todo anhelo se parece al junco
que ataja el agua y que la ve pasar.

Frente a los viajes me quedé en la villa,
solo, en la tarde, como un mirador...
¡Cuánta ternura y cuánta maravilla,
quizá no fueron sino un  mismo error!
El bien posible es cual nocturna orilla
que, a la distancia, sólo es un fulgor.

Ya es tarde, siento que mi vida ha sido,
como las cosas que jamás logré:
casi una novia que no me ha entendido,
que pudo ser y que, por fin ,no fué...
De  tantas almas que no me han querido,
las que yo amaba, es la que  no encontré.
Sólo he soñado lo que no he vivido,
y aún no se cansa de esperar, mi fe.





de La isla de los cantos, Ediciones Anaconda, Buenos Aires, 1941



martes, 3 de julio de 2018

ALGO QUE SUELO CONSIDERAR





algo que suelo considerar

es la necesidad de difundir poesía
incesantemente
poesía argentina incesantemente

bautismos del azar y la necesidad

incesantemente

viendo

o mas bien entendiendo desde aquí
desde el fondo de mar de la llanura

 (donde no pasé mi vida sino aquella otra 

la de la predestinación
 y el contubernio)


ya no diría

del narcisismo omnipotencia la megalomanía el hedonismo
de tantos y tantas
sino
más bien
desde la abrumada nada
que nos invade y convence
de un poco más por
quincalla y sonsonete


todos los muertos en ronda


la necesidad

intransferible
por tantas voces
y hada y ogros
y perdularios que
puestos
entre la milanesa y el verso eligieron el verso

volver volver volver

vida porque sí

hacia allá

en el fondo
el tesoro transparente
es decir


la cornucopia festiva

decididamente
con un golpe
en lo suntuario de la muerte
enjagelbada

el tesoro inútil

 todavía

salud

 idiotas del milenio
y salud santos preclaros del milenio

en la responsabilidad de la risa

lo gratuito

una vez

otra

caída la voz (esa muchacha)

entre la piedras

diamantinas

diría
del olvido.

JUAN GELMAN (BUENOS AIRES 1930 - MÉXICO 2014)




XVI

No debiera arrancarse a la gente de su tierra o país, no a la fuerza.
La gente queda dolorida, la tierra queda dolorida.
Nacemos y nos cortan el cordón umbilical. Nos destierran y nadie nos corta la memoria, la lengua, las calores.Tenemos que aprender a vivir como el clavel del aire, propiamente del aire.
Soy una planta monstruosa. Mis raíces están a miles de kilómetros de mí y no nos ata un tallo, nos separan dos mares y un océano. El sol me mira cuando ellas respiran en la noche, duelen de noche bajo el sol.


XIX

Volví clandestinamente a Buenos en mayo de de 1978. Estaba bella la ciudad.
Mejor dicho,  bellísima bajo esos día de mayo en que el otoño porteño admite un fuego, una calor de primavera muriendo o por nacer, nunca se sabe.
Me habían aconsejado que no caminara por el centro, que no frecuentara los sitios que solía frecuentar. Naturalemnte : caminé por el centro, por los sitios que solía caminar. ¿Quién me iba a reconocer?
¿No restaba muerto Paco? ¿No había secuestrado a Rodolfo y a Haroldo? ¿No había matado al Jote, al Lino, a Josefina, a Dardo, a la Diana, tal vez? El restorán donde mi hijo escribió sobre el mantel de estraza, este poema:

La oveja negra
pace en el campo negro 
sobre la nieve negra
bajo la noche negra
junto a la ciudad negra
donde lloro
vestido de rojo

el restorán estaba abierto, pero a mi hijo lo habían secuestrado dos años atrás y nunca supe de su suerte. Su mujer estaba encinta de siete mesases cuando la secuestraron con él.
Leí los diarios de la época .En "La Opinión" -donde alguna vez trabajé ,que alguna vez fundé- un compañero intelectual de la izquierda (ex compañero o ex izquierda) sumaba su vocesita paga a la propaganda de la dictadura militar. El diario era de los militares para entonces, el ex compañero o ex izquierda también.
Hago esfuerzos y no alcanzo a recordar su  nombre. Era cuentista o algo así, como su mujer que se cagaba en Rosa Luxemburgo desde posiciones de izquierda. Tenía un ano de izquierda que no le habrá impedido evacuar la pitanza militar.


XX


a césar fernández moreno


Acá en Europa el tiempo es sucesivo, nadie se pone el traje que vistió mañana, ninguno ama a la novia que va a tener ayer.
En mi país, Carlos mataba al dictador con una pajita de escoba para que dure mucho, Paco dará su vida para que nada siga como está, cualquier futuro ardía en la memoria, el pasado fue un continente que alguna vez descubrirán.
Acá nadie lavó los pañalitos de su madre, ni un solo viejo se pegará un tiro en la cuna, ningún loco interrumpe a los mancos sin boca, los muertos con permiso, los ciegos que no dicen "ver" y ven.





de Bajo la lluvia ajena (notas al pie de una derrota) (Roma,mayo de 1980)  según la versión que aparece en Interrupciones 2 - Página 12 /Seix Barral - Buenos Aires - 2011