viernes, 9 de marzo de 2018

WILLIAM SOMERSETH MAUGHAM (PARIS 1874 - NIZA 1965)



Resulta sumamente agradable pensar, no que uno pueda alcanzar la inmortalidad (la inmortalidad de las producciones literarias perdura como máximo durante pocos siglos y por regla general acaba reduciéndose a la inmortalidad en las aulas) sino que sus obra sera leídas con interés por una pocas generaciones y que su nombre encontrará un lugar, por pequeño que sea, en la Historia de la Literatura de su propio país.
Por lo que a mí se refiere considero con esepticismo esta modesta posibilidad. En el transcurso de mi vida he podido ver cómo escritores que habían producido mucha más sensación de la que yo he producido jamás, caían en el olvido. En mi juventud George Meredith y Thomas Hardy parecían destinados a sobrevivir el paso del tiempo. A los jóvenes de hoy en día,casi ya no les interesan en absoluto. De cuando en cuando, sin duda, hallarán algún crítico faltado de tema que escribirá un artículo acerca de ellos ,y con su artículo suscitará algún que otro lector que irá a desenterrar una obra suya en la biblioteca; pero me parece ya bastante claro a la sazón que ninguno de los dos escribió nada que deba seguirse leyendo como se leen todavía Los viajes de Gulliver, Tristam Shandy Tom Jones.


de The Summing Up (1938)