van a tallarse a los talleres
se alquilan por becas
murmuran sus agendas
no encuentran
entonces
hacen citas
su sed
invoca
fuentes ( pavotes del saber,
curiosos de la psique
invitados de piedra o cartoné
filminas
que golpean)
es gente que
casi
escribe
pero no
están demasiado vestidos de
otros
sus sonrisas
son modos de tiniebla
(como los brutos con el
alimento
acercan la cabeza a la poesía
y no
la poesía
a la cabeza)
los descubrís
políticos de barrios
soñando complots de conventillo
les resulta pedir
aprenden paciencias del indigno
van al club de letras
con carné
pañuelos
el club es para todos
si se paga)
postean la tapa de sus libros
y al lado
la esdrújula de hijos
tipeean su alfabeto
su amasijo
prefieren el bar
donar los baños
publicitan lo humano
se parecen
al perro que castran los
extraños
suponen que hay justicia pero
a veces
llaman amigos cuando mienten
(los escuché
nombrarse
en los umbrales
los vi después (hay un después,
y nada)
hinchados por la mañas
recurrentes
la casa del diablo queda lejos
se pierden a la vuelta
entre perritos
le dicen dios a los libracos
le ponen ajedrez a los
instintos…)
qué triste
qué frecuente.
los yuyos de los locos
los asustan
se toman la pastilla de los
viajes
acuden al yo
y le preguntan
(el yo no les responde
está en la panza)…
la talla del taller
(una mujer fea
un hombre débil)
la exhiben en malasia
los burros le ofrecen alfajores
aplaude una estrella pero renga
se ríe el exiliado en sus
valijas
acuden al pan de los consejos
descansan en la miga de los
ogros
los tenés al lado
te juzgan
en secreto
los resortes
comen corazón
y lo prometen.
Muy buen texto, Ale. Siempre dando donde molesta, donde duele. Lo imprimo, ¡y lo leo hoy en el taller! Me gustaría vivir a pocas cuadras de vos, para encontrarnos, charlar, discutir. Abrazo!
ResponderEliminarEsta mañana mientras ordenaba los estantes de poesía, abrí un libro tuyo al azahar, estaba puesto de forma horizontal, seguro alguien lo estuvo viendo. Y leí un poema de una chica que decía que suerte que había agua caliente, que no tenerla era como no tener luz ... me encantó. Un abrazo Ale.
ResponderEliminarPara mí: una cara de la humanidad villana tan escrupulosamente mostrada. Me gusta tu poema.
ResponderEliminarsobre todo lo prometen...
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