como ese que apura y pega un salto
el otro que perdura comentando
por toda la ciudad
el roto collar de algunos bares
música
interminable silencio del deseo
no hay que llorar a mares
y comprar un bote
como ese que revienta
y ya lo sabe
solo
como ese que pudo
sin preguntar a nadie
los abrazos en mármol
el auxilio del lobo
y
el ojo que espía los desastres
la tormenta de una vez
el puño alto.
"no hay que llorar a mares
ResponderEliminary comprar un bote"
Excelentes versos.
Saludos
J.