Mejor es el fin del negocio que su principio; mejor es el sufrido de espíritu que el altivo de espíritu
Eclesiastés 7.8
El sueño donde arrojabas
tus cuadernos al río...
lavados subían los papeles
garzas pequeñas
a un cielo
o a los sauces
a ese sueño
no llames pesadillas
o extravío
porque
¿de quién es tu alma?
allí
donde los signos fueron
arena o sufrimiento
escribió siempre
un niño torpe, su ilusión
es preferible contemplar
el fin de toda obra
que su violento nacimiento
demorando tu sombra
soplando en el pozo de tu mente
¿qué desea el ángel?
mira
ya corre el agua dándose
al viento
este día
es todos los días que buscaste
entonces
no despiertes así
con tus propósitos de hierro
tu interminable murmullo de existir
la noche ha sido tu ventana
y para cantar
solo estaban
desnudas
las estrellas.
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