llega la locura a casa
se pone a coser
a cantar
a mediodía, mi chiquito
le ofrece vino
pescado
mi traje sastre
tu vestido
son para la tarde
la demencia cuidará la casa
los juguetes
para ser felices
- dice, caminando por la plaza,
desnuda entre los árboles-
sólo es necesario:
no sentirse lo más importante del mundo.
de Esquina del universo, Alción Editora , Córdoba, 2001
Para reorganizar a casa, um poema. Um abraço, Yayá.
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