no digas
es mío ese animal
comiendo entre los pies
ni aceptes
la angosta pulpa
de lo real real
el día está desnudo
acaso se acueste
y de
lo inesperado
no hay medida
un cielo
nadie llega
la dicha es darse cuenta
escucha
lo que ignoraste es cierto
lo que arruinaste para siempre
es cierto
y estrella voraz
el extravío
alimenta ese pequeño animal
con tu camino
permítele vivir
Me gustó mucho. Abrazo.
ResponderEliminarMercedes Sáenz
Niño y animales, hallan lugar en los mismos pies vacantes. Mil besos buen amigo.
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