viernes, 3 de diciembre de 2010

me senté con algunos de los que negocian la poesía en argentina



me senté con algunos de los que negocian la poesía en argentina,rombos parecían de la eugenesia justa...hablaban,maldecían y allí, brotaba la oscuridad y su sonrisa...
confiados en lo tácito (en lo implícito,o para ser más claros,en todos los pactos criminales dirigidos contra el espíritu)engullían la fiebre del despojo y el salario del huérfano...
 
ahhh,no haber sabido entonces que bastaba una medalla,una agenda,un chisme nuevo para uncir los tratos del demonio...

yo era el que hacía los mandados,el perro triste de la rosa nueva y fui también
orgullo de la noche nacida entre naufragios...

debajo de las sillas (como alfombra o mosaico) las vértebras de pobres aprendices (señoras de inquietud y lecturas ,ahítas de sonrisa y monedero...hombrecitos con un gran YO en la joroba)
se estremecían complacidos,eran pisados,nuevamente,por el peso de un culo,un resultado...
 

sí,me senté con algunos de esos que negocian la poesía argentina,con los amigos de siempre en los lugares de siempre y vi sus manos y el producto de sus manos y al rato me aburrí ; toda la calle estaba entrando por la nieve , la gente hervía de papeles, nadie me miró con espanto y sólo una señora (vulgar,opaca,bien tranquila) preguntó por el ángel ,ése, que solía llevar,ayer,en soledades...

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