El apagón
para Carlos Bedoya
Los rojos sanjoaquines florecían
A mi paso
Arriba las nubes,blancas
Paredes
De mil pies de altura
Por las que me veía volar tosiendo
Como un aeroplano.
En cambio,parecía que la gente a mi lado
pataleaba sobre la cabeza de un calvo
Ponían mi emisora favorita
Y me encontré silbando las letras
de una canción.
Al oído de la encopetada dama
Que tomaba el té en mi compañía.
Fue entonces cuando corrió el rumor
De los apagones
Desde el salón miraba la negrura
de la calle cubierta de gigantescas
Hojas de periódico
Alguien trepaba sobre mis espaldas
y sobre las espaldas
del que se trepaba a mis espaldas
El último en subir prendió una cerilla
-Usted se fumó el sol-
Me gritó desde las alturas.
Reconocimiento de la noche
¡Canto del gallo!
Vigía infernal
anuncia la mitad
Iluminada de la vida.
¡Canto del gallo
En la madrugada!
Aunque amo el sol
Mi alegría es loca
Como la noche.
El verano
Veo la mano de fuego aparecer
en el oscuro lago del parque
Recostado al herrumbrosos
muro de cal
Un hombre de humo
me hace señales indescifrables
Escucho las piedras
del vergel
murmurando por el camino
la tarde de verano
Un relámpago restalla
sobre un espantado palomar
¡La risa se fríe en mi rostro!
de Sol Negro,Editorial Unicornio,Medellín,Colombia,1985
Hermoso descubrimiento el mío. Disfruté mucho leyendo estos poemas. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarLa risa se fríe en mi rostro..genial.....
ResponderEliminarBello, bello!!! abrazo grande....fabri.
ResponderEliminarQuien dijo que los surrealistas estaban muy lejos del romanticismo, jamás comprendió el concepto de esta palabra. Buenos textos, como ya nos tiene acostumbrados Alejandro.
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