sábado, 12 de abril de 2014
POETIZAR NO ES PENSAR
Poetizar y pensar son dos formas esenciales en las que de hecho se bifurca el lenguaje , en cuanto ambas se ejerzen en su dimensión originaria ; han crecido históricamente juntas , ignorándose mutuamente ,como dos arboles en el bosque, afirma con Hölderlin y reclama pesar su vecindad.Mientras el poeta nombra lo sagrado,que sólo ofrece signos de sí,el pensador nombra la esencia de las cosas;mientras el primero funda el lenguaje humano y la historia acogiendo en la palabra los signos de lo que acaece,el segundo ha de cuestionar,aclarar lo esencial,localizar conduciéndolo a su lugar,que como la antigua palabra alemana Ort lo indica,es reunión en el acaecimiento.Esta tarea se ubica en la superación de la metafísica y de su lógica representativa;su propio lenguaje se torna indicador para sugerir,más allá de las posibilidades del concepto,el sentido que nunca se muestra plenamente,el claroscuro de la verdad.Por ello también osará decir que tal vez la cara futura de la filosofía sea la poesía, y hablará de un lenguaje que sabe callar,de una sigética,es decir de un saberse sustraer a los afanes de dominio o bien de operatoria independiente que caracterizan al lenguaje vigente.De nuevo el silencio,esta vez humano,no equivale a mudez ni a pasividad sino a la más alta correspondencia a lo que sustrayéndose,sin embargo no se aniquila,sino reivindica más que toda presencia.Cercanía de lo lejano que debe ser auscultada ; valor de la renuncia,que permite avizorar una dimensión esencial.
de Heidegger - Una introducción - Dina Picotti - Editorial Quadrata - Buenos Aires - 2010
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