sangre que vuelve no es ceniza
río inverso
otro mar
no.
y así flotaban máscaras unidas por pesadas cadenas
destrozando lo tierno
estaba destinada Sissi
a ser asesinada a lo largo de toda su vida (1)
lo
interesante de este crimen es su inicio en
la más
temprana infancia
lo
temulento del ser
nació
expósita
(contaba
diez meses
y murió
mi padre)
desdén
indiferencia
burlas
fueron
caricias maternas
esa
vieja torpe la hirvió
para el
después
en el
raigón purísimo de quién
creció
rengo
el
después de la conjura criminal
en al
agujereado tapiz femenino
(madre,
tía, abuela, hermana : una pepona macabra
amasada
con trivialidad y envidias)
vida que
comenzó en orfandad y terminó
rodeada
por los monstruos que engendró
la asesinaron
con desprecio
la
asesinaron con silencio
(y nadie
leerá en estas palabras
algo tan
cierto
como el
amor a un cielo)
ay
hermana!!!
entre
esas maledicencias y secretos
tu
ictericia
tu hiel
única respuesta
ay
hermana!!!!
tarde
tarde
pudiste
quisiste
y
entonces
la
sirena imperial de todo cáncer
ya te
vas?
me
preguntaste la última vez
desde ese país
de morfina
que no pudo fundarte (me fui lejos, dijiste )
asesinaron
a mi hermana Sissi
infectándola de un dolor tan gratuito
que no
puede reconocerse
quien
fue cuidado
esperado
traído bajo el plumón de Otro
no puede
comprenderlo
no puede
aceptarlo
la
función del testimonio (según W. Benjamin) deviene
para mí
en algo
religioso
qué alto
tribunal
contará
la sangre?
Te
nombro
constante
la
espuma de tu sacrificio
gira
lentamente
en mis
huesos.
(1)Isabel Amalia Eugenia Duquesa en Baviera
Más conocida como Sissi,
fue emperatriz de Austria …Mientras paseaba por el Lago Leman con una de sus
damas de compañía, fue atacada por un
anarquista italiano, que fingió tropezarse con ellas, aprovechando el
desconcierto para deslizar un fino estilete en el corazón de la emperatriz. Al
principio, Isabel no fue consciente de lo que había sucedido. Solamente al
subir al barco que las estaba esperando comenzó a sentirse mal y a marearse.
Cuando se desvaneció, su dama de compañía avisó al capitán del barco de la
identidad de la dama y regresaron al puerto. Ella misma desabrochó el vestido
de la emperatriz para que respirara mejor y, al hacerlo, vio una pequeña mancha
de sangre sobre el pecho, causada por el estilete, que había provocado una
mínima pérdida de sangre sobre el miocardio, suficiente para causar la muerte.
Un abrazo...
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