compra cajas de silencio
las guarda debajo de la cama
si hay mucho ruido en la esquina
abre
puede dormir
escucha los largos,accidentados sueños de su mujer
conoce más
si se pudre el cartón por la humedad
el silencio se extiende como aceite santo
lo recoge con cucharitas
lo guarda en el termo
advierte a su esposa
con éste no tomes mate
ahorra lo que podría gastar en vino
amigos y sonrisas
después
vuelve a comprar
se lo vende una mujer
que pide limosna en el Banco de Córdoba
arma las cajitas a mediodía con su nieto
el chico sopla adentro
y le pide una reina mora
(las alquilan sobre el chasis de un camión dodge)
hay poco silencio en el mundo
pero no vale nada.
del libro inédito Punto (1991-1993)
Cada vez menos silencio, es cierto.
ResponderEliminarSaludos
J.