skip to main |
skip to sidebar
Claro
y claro que tu corazón era un canasto
y claro que tu corazón era un sapo
¿no lo llevaba yo con las dos manos?
¿no lo abandonaba en los pantanos
sobre el aceitoso musgo lunar?
y oscuramente despertaba
en el sol
sacaba plumas
tu corazón.
de Oscuras ramas,Ediciones Radamanto,Córdoba,2003
;) Copio en mi blog
ResponderEliminar