a Mónica Conci
acaso nada haya ocurrido
salvo esta casa
este despertar al borde de la tarde
con tu leve inquietud bruscamente disipada
ante el día en le patio
qué hermoso día
suerte que nos despertamos ahora y no
cuando ya es de noche
dijiste
te conté el llamamiento de Eliseo en el Libro de los Reyes
las exudaciones de la tierra maldita
y los tormentos en cumbres borrascosas
luego
escribí a un amigo acerca de esas correspondencias
puedo sentir que
ni esta terraza ante las piedras luminosas del cielo
ni el profeta menor
ni Lowry
ni Emilia Brönte
suspenderán las cicatrices insepultas
su profundo escozor
el amor que no te di
suelta augurios sobre mi corazón
y así
entre atajos sentimentales
anhelantes abstracciones
recorrí los oscuros pasillos de mi vida
como el perdido mensajero
de un remoto hotel.
Acaso nada haya ocurrido
y el silbo del látigo
acerque la distancia entre el aire y su piel
aguardo todavía
una interpretación de las muecas
que trepan a mi máscara intacta
doctrinas para el ídolo del destino
aferrar el lápiz
sin apretar los labios tras el alma…
Tenés razón en abandonar al día
toda belleza
todo rasgo de imperfecta certeza
sus cualidades de luz, al menos, no prosperan
en sombríos secretos
o prefiero creer que es así
que la Naturaleza expresa una transparente verdad
sólo comunicable
a los santos del Sentimiento
sí
ahora y siempre
nada es fruto,existencias
salvo la memoria de tus ojos
redondos y mudos
como el paraíso de Dios.
Iré a nuevos enigmas
regresaré a tu cuerpo como a un país
íntimamente afable
y escribiré
sobre un sol sin centro
cuyos cuernos
abren una copa a los cielos
y la áspera, inmaculada sustancia
que se desprendiera sobre mi corazón
poseerá su hogar, sus cuerpos,
sus estancias
(¿Serán míos los árboles?¿podré verlos
sin incompleta sombra, sin sus derramamientos?)
y la necesidad de sentido no tendrá alimento
entonces
ya cumplida esta agonía
de fatigas y usura
estaré listo para aceptar
de tus palabras
la súplica a ese resplandor
acaso
inmortal.
variación del poema publicado en Notas de una biografía perdida,Ediciones El heresiarca & Cía,Rosario,1993
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