A los 81 murió en Santa Rosa (La Pampa ) Juan Carlos Bustriazo Ortiz el último idiolecto de la poesía argentina,el último fundador de un cosmos en la poesía argentina...murió donde nació en el interior profundo del país,murió donde vivió...quedan 70 libros inéditos.
Cuando lo conocí,en los '90, vivía en la Casa del Escritor en Santa Rosa,pude compartir una larguísima tarde con él gracias a Sergio De Matteo,poeta y difusor pampeano que tanto y tan bueno ha hecho por la poesía del país...No contaré anécdotas,perfumes,saberes,para qué...me volví con algunas fotocopias y lo publiqué,difundí,le brindé mi alegría,mi ignorancia...en este siglo, comenzaron a revolotearle los caranchos porteños y los figurones de todo el país,esos, los de siempre...andarán contentos ahora,murió Bustriazo, comenzarán a apropiarse del capital simbólico, a chuparle los huesos, a sacarle el juguito,ya he visto -son rápidos los caranchos para los velorios,los homenajes gratuitos,la adulación babosa,el concurso de penas y el sentimentalismo asnal- leí,decía,algunos homenajes de gente que, si no es imbécil,es mediocre o sino directamente malnacida (explícitamente,gente que no debió nacer)harán lo que hicieron con Juanele,Edith Vera y tantos. Lo que no podrán hacer es una vida digna y muchísimo menos una poesía que sea eso solamente, poesía.
Vaya Bustriazo,disfrute,usted dio lo mejor y para siempre.
No conozco tanto de ciertos personajes como vos, pero creo que hay mucho de lo que decís. Al menos eso me pareció desde ayer.
ResponderEliminarYo no conocí a Bustriziano, Pero igual que Valeria creo que hay mucho de lo que dices.
ResponderEliminarSaludos cordiales,
no dudo de que todo esto sea así
ResponderEliminarahora juanele se lo consigue como libro de culto
o sea carísimo
y tal vez con bustriziano pase lo mismo
raro mundo este de la gente del arte
raro mundo
saludos y mis respetos
Los muertos ni se mueren ni se olvidan y más, lo que saben a sangre y patria, los que sorben la eternidad a dentelladas y transforman su pedazo de roca en crisol de esperanzas. Al fuego mantienen en pie las columnas de humo, estandartes de futuro, para una nueva llama...
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