no es camino de lobo ni margarita
o sandalia de los emperadores medievales cuando ingresan a conventos para
dormir con dios
el camino de las lágrimas
suelta flechas
hacia el bosque
las grandes aguas
y hacia aquella soledad mayor
muy bien venida
porque no es alhajero de
carne el corazón
¿por qué no es carne
el alhajero del corazón?
como días, palabras, suspiros
nace otra otra lágrima
al ir
si pudiera contar las
alamedas de la noche
su caladura
sabría que van a una montaña
prominencia
no vayas sin mí hacia la luz
no abandones
acá
tu sombra
que tengo los huesos contados
los lunes
las cucharadas del amor
contados
no vayas sin mí
hacia la luz.
Inevitable lo constelar del poema, Maestro:
ResponderEliminar"Vámonos, vámonos! Estoy herido;
vámonos a beber lo ya bebido,
vámonos, cuervo, a fecundar tu cuerva."
Inevitable el hueco, el nudo, la red: tanta sajadura.
Gracias por el instante y la palabra.
Desde Rosario, Mi Abrazo,