miércoles, 30 de octubre de 2013

dice que ya no dedica los libros






así cuando los venden por ahí
o los tiran
los pierden
quedan como rezago de mudanzas varias
anécdotas de un yo
etc.

 así
llegan a su verdadero destinatario sin la irrupción nominativa
del invitado el amigo o cosas parecidas

que el libro ya soporta un nombre equívoco
que está cargado
que sería mejor ninguno adentro

y ninguna palabra

y todo en blanco

y darlo a los elementos

 seguros

de su desintegración en un clima más apropiado

agua  viento  barro

para la poesía

que sino tarda mucho
el olvido

lo habitual en toda empresa
y deseo

por eso.


 


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