domingo, 4 de septiembre de 2011

PAUSA



un ángel enfría su mano
sobre la frente del atardecer

entonces
resulta dulce soportar
la herida que abrieron los susurros

junto al estío
y su fiebre alumbrada
la canción del alma cae
adonde somos
- quietos en el tránsito por un césped vacío -

la breve sombra de una rama muerta.



de Dormida,muerta o hechizada, Ediciones Radamanto, Villa María,1993

No hay comentarios:

Publicar un comentario