Aconteció en aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán.
Y luego cuando subía del agua, vio abrirse los cielos, y al Espíritu como paloma que descendía sobre él .Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi hijo amado; en ti tengo complacencia.
Marcos.1.9-11
No en la iglesia
ni por el cuenco de una mano ilustre
ni entre feligreses
o símbolos
no en copas y bandejas de materia noble
cayó el agua esa…
Vibrando al cruzar el patio
hasta la pieza del fondo
descendió
del lavadero de la casa
hacia una fuente de vidrio
-donde comimos verdura, arroz, ciruelas-.
El silencio acompañó esa mano
desde la limpidez a la cabeza de mi hijo
quién parecía
sentir o comprender
la gravedad
de la gracia
el fin
de la inocencia
del deseo.
No preguntaré jamás a mi hijo
a mi mujer
al pastor, al cielo
si vieron la paloma
o un rostro como todos
mojado
distraído
por la sencilla fuerza de las cosas.
del libro Casa en la arena,Ediciones Recovecos,Córdoba,2006