lunes, 25 de abril de 2011

LA SOLUCIÓN



Modesto y elegante como una camisa blanca
el auto 
cruzó las avenidas

hacia Oriente
el cielo soltó sus materiales
y
olvidada ya la discusión
me puse a caminar más cerca tuyo

sin mirarnos casi
sombras en el ausente día
conversamos
de soledades y fervores

en la esquina de casa
el cielo
abrió sus ramos amarillos
y la angustia
la voluntad de vivir
desprendieron 
su capa tenebrosa

esa
era la solución

abrir el rostro
en este doméstico paseo
y avanzar
como esas moléculas
que el viento retuerce

hacia arriba,hacia arriba.


de El diablo entre las rosas,Libros del Empedrado,Buenos Aires,1996

1 comentario:

  1. Hermoso poema, Alejandro. ¿De qué habrán hablado? ¿Quién; quiénes? ¿Hará mucho? Y sin embargo, ningún dato esencial le falta al recuerdo en el poema.

    Saludos.

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