yo quiero tener un kiosco
lo quiero de día
y lo quiero de noche
abierto
seré el señor del kiosco
el gordo kiosco
el dueño del kiosco
en la esquina
con un toldo a rayas
brillará mi kiosco
llenaré la maleta del gato Félix
el tesoro de Rusia
la boca
de mamá
seré feliz
cuando tenga el kiosco
y escriba Pessoa mi poema
la insignificancia de Occidente
derramará sus cajas
de noche
un televisor pequeño
explicará los mundos
la luz de la ciudad
irá mezclando astros
seré
el necesario dios
de la vereda.
de Oscuras Ramas, Editorial Radamanto,Córdoba,2003
La vida misma toma las riendas en tus escritos. Profeta y poeta en ti se hallan reunidos. Besos Ale.
ResponderEliminar