sábado, 16 de marzo de 2013

PERROS DE LA POESÍA ARGENTINA

no,no son los perritos de ceniza que predijo madariaga en un poema quizá,inolvidable...porque esos perritos tenían para andar, al menos,el resto de aquello que ardió,bien,mal,arriba,abajo...
son los perros de la poesía,nada más...
la poesía lírica,la poesía hermética,metafísica,la poesía romántica (pero no el neorromanticismo, ese acontece como una aberración de la lectura, las malas traducciones,del criollo enancado,digamos,en la confusión...) la poesía expresionista,la poesía del paisaje,conceptual,popular,la poesía del silencio,la poesía del yo,la poesía desgarrada en la verdad de la verdad de lo imposible ,la poesía de la antimateria,la antipoesía,el surrealismo,la poesía del abismo,de la pureza,de las epifanías,de las teofanías...no es lo que encuentran en aquellos tachos de basura tumbados esas noches donde el ansia,la fantasía de su envidia,el resentir que llaman sentimiento,emoción, hambre,etcéteras los mueve a trepar la lata y ensuciar veredas...husmean el detritus de ciertos pasquincitos,los problemas de su origen (que son,claro,los problemas de su destino) las botellitas,las pendejitas, y esa rabia débil del lumpen  que siempre termina por morder la diestra que lo sacó del tacho y le puso un platito de agua,un cartón en el cuero o le abrió la casa (porque eso se hace con los perros que vagan dando mugre a las ciudades...si a usted lo conmueven  los perros...esos...) son los perros de la poesía argentina,guardan las puertas de la insignificancia; la jauría del aficionado mayor,ese que fue un poquito más feroz y ya mordió su resto de pollo o milanesa gruñendo de pánico ante la eternidad,entiéndase, por favor, no hablo de los críticos y mucho menos de aquellos que prueban un versito hoy,una novelita mañana y después,como profesionales del fracaso,se relamen en los ensayos y las constipaciones...hablo de los imbéciles que portan su culturita de nada y se esponjan,se espejan para fastidio del águila y ladran hasta la vigilia del muerto y dejan pelos pegados en el mármol (pero no,no de las tumbas,los monumentos...es el otro mármol, ese que penetra hasta el légamo abisal en espera del próximo profeta...) esos, que ofenden lo nombrado... con la chapita de latón cargada en su cogote,tintineante y barata al borde la foto,adentro del olvido.

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