domingo, 8 de julio de 2012

bajo las sombras



 

Debo conseguir la llave del panteón
allí, el ataúd de papá

hablé con un funebrero
me explicó

para la ley
un cadáver es una cosa
(un bien supongo
como
todas
las cosas)

no puedo pedir autorización a mi madre

violentar eso y mirar
(nadie vio su cuerpo estallado en el Comet del 61 en Brasil
alguien fue a buscarlo
y dijo

ahí duerme
bajo esas tapas

pero
ése
 también murió)

los padres del poeta cordobés
Vicente Luy
 estallaron en el mismo accidente
 era tan niño que no pudo saber

ignoraba estos enlaces
de la cinta negra
cuando conocí a su abuelo
 Juan Larrea


Vicente fue a Salta
 a saltar
(más modestamente ¿no? desde un 7º piso
no desde un avión
que cae y se desliza hacia un monte de eucaliptos)


(si el piloto viviera
le preguntaría por mi padre
si permanecía
su rostro
hundido en el barro
o mirando el cielo…
le preguntaría)

eucalipto
etimológicamente
en griego
“bien cubierto”

soñé a mi padre por los bosque de Ucrania
de Letonia

tan derechito
y cierto…

llamaré a Nahuel
mi cerrajero
quiero entrar al panteón
y preguntarle
si él podría

(si puedo yo
debo preguntarle)

abrir ese cajón

y aprender
si se mantiene
esa cosa
que no es mi padre
o hay piedras
o nada
y
entonces
volver al fantasma
y caminar
yo también
entre la nieve
rusa
bajo las sombras cimbreantes
 el silencio profundo de las cigueñas blancas.


5 comentarios:

  1. abismo...a veces el silencio es eso sin que lo sepamos.
    Te admiro mucho querido Ale. Un abrazo

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  2. Nunca será tan perturbador el saber a dónde se van los muertos, cómo el a dónde se quedan. Deambula uno en la búsqueda como otro fantasma. Estremecedor texto Alejandro. Un abrazo

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  3. veinte años
    es sólo una medida
    del instantesiglo
    una lámina incolora
    que no me ha dejado
    nisiquiera mover
    tu foto de mí.

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  4. hermoso texto, alejandro.
    tan derechito y cierto...

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  5. El texto, el poema es hermoso. La llegada a mí lo vuelve reflexivo sobre lo que no siempre se quiere. Qué valentía hablar de la muerte de los padres de uno. Muy diferente a filosofar de "la muerte". Fuerte.

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