Ahora que escribo por afuera ya no extraño nada de esa luz,rayón o temporada, en que medía ,los pasos al azar...ahora es más sencillo,no importa, ya no invitan, razón, linaje, ilusiones, al hueco de los otros...sí,escribía por dentro, convencido ¿qué era ese paisaje, personaje, fondo del planeta ,el tiempo y en el mar la sirenita? Habré creído -otros lo hicieron antes- que entraba el mundo -y no salía -tras la máquina personal de los espejos...
Ahora soy el animal de las palabras, rey de su patio abandonado, lágrimas del ogro soy, el pan tirado a los costados...
sábado, 19 de marzo de 2011
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