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si?
como sonrisas de una fiesta triste
el foquito del atardecer
estamos?
y lo demás?
no había?
bastante fría es la luz
juntitos resisten los enigmas
si preguntar no es la respuesta
adónde?
en puntillas
recorre lo cierto el corazón
(el corazón es una vieja
teje,teje,teje
la bolsa del temor)
no te apures
cabemos todos
lo único más estrecho que morir
es la gracia
del perdón
Las noches se hicieron calientes y tuve que cerrar las ventanas para que no entrara el cuco. Tuve también que cerrar la puerta de calle para que no se abriera sola en la madrugada y tuve que dejar prendida la luz de gas para ver el peligro y poderlo distinguir. Tenía el cerebro confundido - aún no he podido ordenarlo - y la vieja espina aun me lastima el corazón; fue por eso que no pude ir a visitarte.
Emily Dickinson;de su correspondencia.
Los manicomios siempre han destilado el espíritu de la época.Todas las deformaciones,las jorobas psíquicas y las excentricidades están tan diluidas en la sociedad que resulta difícil percibirlas, pero aquí, concentradas, revelan claramente el rostro del tiempo que vivimos. Los manicomios son los museos de las almas...
en El hospital de la transfiguración - Stanislaw Lem